Amelia Ochandiano e la encargada de la versión y dirección del montaje ‘El lenguaje de tus ojos o el príncipe travestido’ de Marivau que llega al Teatro Victoria Eugenia de Donostia el 17 de octubre. Un espectáculo contemporáneo basado en un texto clásico situado en un hipotético reino de España que habla sobre la esencia del ser humano.
Interpretado por Cristina Castaño, Rebeca Valls, Jacobo Dicenta, Iker Lastra, Juan Gea y Beatriz Bergamín, ‘El lenguaje de tus ojos o el príncipe travestido’ es «una crítica feroz y divertida llena de comprensión hacia nosotros mismos» afirma Amelia Ochandiano, autora de la versión y directora de esta propuesta.
La obra pone en escena la historia de la Princesa de Barcelona que se ha enamorado de Lelio, un hombre misterioso a la cabeza de su ejército, pero temerosa de no cumplir con su deber de casarse con un príncipe, insta a Hortensia (amiga suya y confidente) a que investigue los orígenes de su amado y de paso le insinué los sentimientos que tiene hacia él para que éste se anime a declararle su amor. Pero cuando Hortensia se encuentra con Lelio, reconoce en él al hombre que le había salvado de unos ladrones y del que no ha podido olvidarse. El sentimiento es mutuo, pero Hortensia no querrá traicionar a su amiga. Por otro lado, el príncipe de Castilla ha pedido la mano de la princesa de Barcelona para poder unir ambos reinos y así aliviar las tensiones que durante años mantienen estos dos reinos. Este conflicto querrá ser utilizado por Federico (cortesano al servicio de la Princesa) para trepar en la corte y eliminar a Lelio, al que considera su rival. Las intrigas y sobornos de unos y de otros para conseguir sus deseos ocultos, se irán desarrollando en un brillante juego escénico hasta que las miradas de todos nos desvelen sus verdaderos sentimientos de los personajes, que finalmente son los que decidirán el desenlace.
«Un texto para seis actores que me permite una puesta en escena contemporánea. Un texto bello, ingenioso, sorprendente y sobre todo oportuno. Una nueva lectura que añade un título, deteniéndose en lo que dicen las miradas cuando las palabras no son capaces de expresar la verdad de los sentimientos. Mi intención, tarea nada simple, sería poder trasmitir ese escalofrío que te provocan los clásicos cuando, a pesar del tiempo trascurrido desde que fueron concebidos, siguen hablando al hombre contemporáneo, trascienden en el tiempo y nos hablan de nuestro día a día, de nuestra esencia, de lo que perdura y perdurará a través de los tiempos. Una crítica feroz y muy divertida llena de comprensión hacia nosotros mismos» afirma su directora.
