Más de 20.000 espectadores se dieron cita en la 22ª Mostra Internacional de MIM que cerró el pasado domingo una edición estructurada bajo el motivo central del ‘teatro gestual de repertorio’ y caracterizada por haber agotado gran parte de las localidades en muchas de las propuestas de arte en vivo desarrolladas a lo largo de sus cinco intensas jornadas. El pleno total de muchos de los espectáculos programados fue una de noticias destacadas de la recién concluida edición.
El cartel de ‘entradas agotadas’ se repitió en varios de los espectáculos presentados, como fue el caso de la versión renovada de ¡Muu2!, una sátira sobre la tauromaquia que la compañía madrileña Yllana estrenó en el marco del Mim y que agotó las localidades en las seis representaciones de las seis programadas. Éxito rotundo de público acaparó también el último montaje de los valencianos Maduixa Teatre, Consonant, un espectáculo para público familiar, diseñado para niños de tres a seis años e inspirado en el universo imaginario del poeta Joan Brossa, que agotó las entradas en las cuatro funciones que representó. La respuesta del público se hizo también visible en el estreno de Peccata Minuta, un recorrido sensorial por las debilidades humanas, que Francachela-Teatro Íntimo desarrolló por las antiguas oficinas y despachos del Ateneo Sueco del Socorro y cuyas cuatro de sus seis representaciones vendieron en los primeros días todas las localidades. El estreno en tierras valencianas de Persèfone, variacions mortals, de Comediants, agotó también todas sus localidades en una de sus dos únicas funciones programadas.
El festival, desarrollado entre el 14 y 18 de septiembre y promovido por el Ayuntamiento de Sueca, Teatres de la Generalitat Valenciana y la Fundación Bancaja, presentó quince espectáculos, varios de ellos estrenos absolutos, y realizó más de medio centenar de funciones que se desarrollaron por las calles y plazas de la capital de la Ribera Baixa, junto a salas de teatro o espacios culturales como el Teatro «Bernat i Baldoví», El Casal Multiusos, la Sala de exposiciones «Els Porxets», el Polideportivo cubierto, la Biblioteca Suecana o el Ateneo Sueco del Socorro. La combinación de espectáculos de calle y sala junto a «una oferta escénica de calidad» han sido, según Abel Guarinos, director del Mim, «las claves y la razón del éxito de la aceptación popular» en esta edición.
La vigésima segunda edición de la Mostra Internacional de MIM en Sueca bajó este domingo el telón tras cinco días vestidos de mimo, danza, teatro visual, de objetos y máscaras, acrobacia, malabares, pantomima contemporánea, circo y clown, cuya acogida entre el público pone de manifiesto la buena salud, creativa y artística, de un teatro que bebe de la gestualidad. «El público se ha sentido gratificado con las representaciones que ha visto, y eso es justamente lo que el MIM pretende: que el público se sorprenda, que disfrute, que se emocione… en el marco de un festival que intenta ser lúdico y lúcido al mismo tiempo», destaca Guarinos.
