Diario de Origami

El público

 

Cuarto del Director.

El Director sentado. Viste de chaqué. Decorado azul. Una gran mano impresa en la pared. Las ventanas son radiografías.

CRIADO. Señor.
DIRECTOR. ¿Qué?
CRIADO. Ahí está el público.
DIRECTOR. Que pase.

Federico García Lorca, El público

 

Praga, 14 de mayo de 2010

Ayer llegó el público. Ayer se estrenó Origami. Y hoy la segunda función, el segundo estreno. Y al otro lado del mundo, el actor Alexander Leterni encarna todas las achicorias en una lectura dramatizada dirigida por Juan José Martín. Será Valentín, Clara y Kitty en Caracas. Y en Praga, cuatro actores imperiales, porque no se les puede calificar de ninguna otra manera, cuatro actores imperiales volverán a transitar entre la cordura y la locura como Aldo, Klaudie, Dora y Lenzo.

 

Praga, 15 de mayo de 2010

La segunda función ha ido muy bien. La obra dura dos horas y media; con entreacto, dos horas cincuenta y, sin embargo, se pasa en un suspiro. O, mejor dicho, en una inspiración congelada.

Mi madre regresa a España.

 

Praga, 16 de mayo de 2010

Espero entre bastidores. En silencio. Los actores se preparan para la tercera función, cada uno a su manera y, sin embargo, el abrazo que nos une. En breve abrirán puertas. El aviso. Vilma corre al escenario. “Zlom vaz!”

El ritual bohemio para desearse mierda es bien particular. Primero, escupes tres veces sobre el hombro del actor o miembro del equipo. Después, le dices “Zlom vaz!”, rómpete el cuello, al tiempo que le golpeas con la rodilla en las nalgas, ante lo cual el otro responderá con un “¡Que se te lleve el diablo!”.

Vilma se sitúa en escena. Entra el público. Qué seríamos sin el público. Una verdad sin palabras.

 

Praga, 20 de mayo de 2010

Ayer, cuarta y última función de Origami antes de irnos en julio a Letní scéna, el festival de verano al aire libre que organiza Divadlo Ungelt. Una semana exacta desde el estreno y bombardeo de críticas, entrevistas y reportajes. La nueva línea en el repertorio que ha querido abrir Milan Hein con esta obra ha cogido por sorpresa tanto a los críticos como al público. Los expertos no dan crédito a la versatilidad de los actores y antes de que se den cuenta quedan atrapados en el juego de ficciones entreveradas que propone la obra.

 

Praga, 21 de mayo de 2010

Primera visita al escenario de Letní scéna en Nový Svět. Con Michal, Marie, Jan y Jiří. Una reunión de trabajo que se convierte en un agradable paseo por las instalaciones. Boceto un plano en el nuevo cuaderno. Lo comencé ayer, tras la cuarta función de Origami. De vueltas con la vocación. Algo en mí pide que escriba y necesitaba con urgencia comenzar un nuevo cuaderno. Me alientan a recorrer las noches de mi escritura los luceros de los actores, brillantes como ilusiones. Y de repente un hallazgo inesperado al pie de la platea. Un deseo. Lo guardo en el interior del cuaderno y nos vamos. Las torres del Castillo de Praga emergen por encima del escenario de verano.

 

 


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