El Ribeiro y el teatro. La 33 MIT Ribadavia 2017
Aquí estrenamos Tomas Bernhard en gallego, Ana Contreras y yo, en el 2010, en una coproducción de Ónfalo Teatro con la Mostra Internacional de Teatro (MIT) de Ribadavia. Roberto Pascual, su director, también se ocupó de que se publicase la traducción de Na meta, en la editorial Difusora de Letras, Artes e Ideas de Ourense, que es el volumen número 4 de la “Colección Abrente de Textos Teatrais”.
En esa misma colección se encuentran las obras que han ganado el Premio Abrente de Textos Teatrales de la MIT:
1. Memoria de Helena e María de Roberto Salgueiro.
2. Octavius Augustus de Antonio Yáñez Casal.
3. Augusta de Carlos Losada Galiñáns.
4. Na meta de Thomas Bernhard (Trad. Ana Contreras y Afonso Becerra de Becerreá)
5. Aquelas cousas do verán de Manuel Lourenzo.
6. Campo de covardes de Vanesa Sotelo.
7. Diante do espello de Fran Godón.
8. Voaxa e Carmín de Esther f. Carrodeguas.
Y supongo que estarán a punto de salir Todo sobre Eva de Xandra Táboas y Fendas de Ernesto Is, que ganaron el Premio Abrente en 2016. Y un poco más adelante saldrá Poesía (materiais para unha escena de cama) de Roi Vidal Ponte, que ha ganado el Abrente 2017.
Volver a Ribadavia, como espectador, es, por tanto, un placer cargado de buenos recuerdos.
En la segunda mitad de julio, del 15 al 24, la MIT es una magnífica atalaya estival desde la cual contemplar algunas de las propuestas escénicas más interesantes del panorama internacional, español y gallego.
En este artículo voy a intentar trazar un recorrido breve por algunos de los aspectos que más me han llamado la atención de algunos de los espectáculos a los que asistí. También comentaré otros que vi con anterioridad y que han pasado por la 33 MIT Ribadavia. La mayoría de éstos, programados en el Auditorio Rubén García do Castelo. Así pues, intentaré hacer un recorrido desde el Castillo de esta antiquísima villa, que fue la capital del Reino de Galiza entre los años 1065 y 1071, durante el reinado de Don García.
Ribadavia, es piedra y es vino do Ribeiro, y en la segunda quincena de julio es teatro.
Teatro por las calles y plazas, espectáculos de nuevo circo, títeres y teatro familiar: Do not Disturb de Vaivén Circo (Andalucía), dirigido por Rosa Díaz “La Rous”; Vincles de Circ Bover (Islas Baleares), dirigido por Pau Bachero; Xan Perillán compra queixo, compra pan de Os Monicreques de Kukas (Galicia), dirigido por Isabel Rei Pousada; Feo de Caramuxo (Galicia), dirigido por Laura Sarasola Pontón; El apartamento de Circ About It (Castilla y León), dirigido por Alfonso Alonso “El Gran Rufus”; O afiador del Mago Teto (Galicia), dirigido por Héctor Guerra.
Por las noches, bajo la bóveda celeste, en el Auditorio do Castelo, que lleva el nombre del primer director e impulsor de la MIT, Rubén García, se programaron: Golem de 1927 (Reino Unido), con autoría y dirección de Suzanne Andrade; Annus Horribilis de Chévere (Galicia), con autoría y dirección colaborativa del grupo; Clean City de Onassis Cultural Centre – Athens y Goethe Institut (Grecia y Alemania), con dramaturgia de Margarita Tsomou, dirección, investigación y texto de Anestis Azas y Prodromos Tsinikoris; La ternura de Teatro de la Ciudad y Teatro de la Abadía, con autoría y dirección de Alfredo Sanzol; Sueño de Teatro de la Ciudad y Teatro de la Abadía, con autoría y dirección de Andrés Lima; O conto de inverno de Teatro Oficina, en coproducción con el Centro Cultural Vilaflor (CCVF) de Guimarães, el Centro Dramático Galego (CDG), el Teatro Aveirense y la MIT (Portugal y Galicia), con dirección de Marcos Barbosa; Soño dunha noite de verán de Voadora, en coproducción con Festival de Almada, Iberescena, Marco Layera, Malverde Produçoes y la MIT (Galicia, Portugal, Chile y Brasil), dirigido por Marta Pazos; A Hunger Artist de Meno Fortas (Lituania), con dirección de Eimuntas Nekrošius; Son de Nova Galega de Danza (Galicia), con dirección artística de Jaime Pablo Díaz y Carlos Rodríguez; y A cabeza do dragón de Producións Teatrais Excéntricas (Galicia), con el texto de Valle-Inclán en traducción y dirección de Quico Cadaval.
Además, en el mismo Auditorio do Castelo, el 14 de julio, en la víspera de la MIT, la compañía de teatro amateur de Ribadavia, Teatro do Vilar, estrenó ante 900 personas As cuñadas, una comedia de Michel Tremblay en versión gallega de Roberto Salgueiro, con dirección de Jouse García.
Por otra parte, en el Auditorio Manuel María de la Casa da Cultura de Ribadavia se estrenó Todo sobre Eva del Colectivo Gravidade 0.0, a partir del texto de Xandra Táboas, con el que ganó el Abrente 2016, y dramaturgia y dirección de Diana Mera. También se programó A galiña azul de Tanxarina, una versión de Cándido Pazo del cuento homónimo de Carlos Casares, que fue estrenada en la Mostra Internacional de Teatro Cómico e Festivo (MITCF) de Cangas do Morrazo 2017 (y sobre la que podéis encontrar un breve análisis en esta misma sección, en el artículo titulado “Lo cómico y festivo contra la banalidad en la XXXIV MITCF de Cangas do Morrazo”, publicado el 22 de julio de 2017).
GOLEM de la Cía. 1927, con autoría y dirección de Suzanne Andrade, es una especie de máquina onírica, que mezcla animación virtual, a modo de cómic, actuación estilizada hacia un neogótico que recuerda a Tim Burton, y musical, redimido por una tendencia al jazz.
Las actrices y los actores trabajan con virtuosismo una expresión facial acorde con la pictórica caracterización, y un movimiento físico que se integra, con precisión pasmosa, en los contextos de la animación virtual.
La obra funciona como una fábula sobre la maquinalización. Un universo en el que los robots, en la figura alegórica del Golem, pasan de ser útiles a contagiar su practicidad deshumanizada a las personas. Un cuento que podría ser una pesadilla, pero que funciona como un juguete pletórico de estímulos visuales, de imágenes preciosas y de pasajes musicales memorables.
LA TERNURA de Alfredo Sanzol, con Teatro de la Ciudad y Teatro de la Abadía, es una obra que transita con maestría dramatúrgica entre las orillas del teatro barroco shakespeareano y los modos del teatro contemporáneo. Una mestura estilística que se logra ironizando, paródicamente, sobre los tópicos del primero (decorado verbal, teicoscopia, apartes, juego de disfraces, inversiones de género, enredos y peripecias, recurrencias tímbricas – juegos de palabras y, en algunos momentos, empleo de rimas -, etc.) y, así mismo, aproximándose a una visión y a unos procedimientos contemporáneos complejizadores (citaciones, intertextualidad, listas que concitan comicidad por acumulación rítmica, por ejemplo la lista de alimentos que la Reina Esmeralda olvidó llevar a la isla, recurrencias motívicas, etc.)
El público disfrutó y rió abiertamente de las gracias de actrices y actores y de los contrastes de esas dos tríades, masculina y femenina, cuya contienda de género acabará vencida por la humanidad del deseo y del amor.
El juego de equívocos de los mozos leñadores, Verdemar y Azul Cielo, seducidos por los personajes de los soldados, bajo los que se ocultan las princesas, Rubí y Salmón, hicieron las delicias del público, desde una perspectiva lúdica muy ingenua, en la que todo el público entró por la habilidad de la dramaturgia, de la dirección y de la actuación.
SUEÑO de Andrés Lima, también con Teatro de la Ciudad y Teatro de la Abadía, es una versión del Sueño de una noche de verano de Shakespeare. Una pieza melodramática, por veces cómica, por veces surrealista, sobre la decrepitud y la ancianidad que sueña y sigue prendida de los deseos de antaño. Faustino es un anciano, con toques quijotescos, que pasa sus últimos días en una residencia, visitado por su hijo, interpretado por una actriz, porque Faustino vive rodeado de mujeres, incluso su hijo aparece ante el público representado por una actriz. El hijo que, además, en algunas escenas, hace de narrador de la historia del padre.
Faustino es visitado por las queridas de antaño, en una confusión en la que entran las escenas más lúbricas y alocadas del Sueño de una noche de verano.
Las ráfagas dionisíacas, vinculadas al alcohol y a las alucinaciones con las queridas, despegan la comedia del ámbito melodramático hacia una disolución del drama, sin embargo la pulsión narrativa es más fuerte y siempre se vuelve a la historia.
De nuevo, como si fuese una especie de acuerdo tácito entre LA TERNURA de Alfredo Sanzol y SUEÑO de Andrés Lima, volvemos a encontrarnos con el recurso de las listas que provocan comicidad por acumulación. Por ejemplo, aquí, la lista que le hace, el padre anciano a su hijo, de productos típicos asturianos, a los que le invita a comer en un restaurante de Gijón, acompañado de su amante desdentada y yonky, a la que le acaba de amueblar la casa.
En algunos momentos aparecen imágenes encima del escenario que parecen de un filme de Buñuel.
La conjunción de la lubricidad, el deseo y la muerte, se articula sin grandilocuencia.
En la pieza se dan la mano la decrepitud y la joie de vivre, el carpe diem, en un tono irreverente y, por veces, disparatado.
O CONTO DE INVERNO de Teatro Oficina, con dirección de Marcos Barbosa, está a medio camino entre una lectura dramatizada, sobre la arena del palco, y un concierto musical con recital dramático, aderezado por algunas disposiciones actorales que, unas veces, buscan el cuadro plástico y, otras veces, la escena jocosa.
Comienza la función con una especie de fiesta y brindis con espumante, música y algarada. De esa primera secuencia, de corte posdramático, pasamos a escenas que ilustran las situaciones del texto, casi como en una especie de recitativo hablado, con toques musicales de fondo. Los cuerpos, aquí, permanecen con poca movilidad, concentrando la energía en la parte superior y en la dicción.
Hay escenas de confronto, las hay que buscan la comicidad en el apunte del estereotipo de las labriegas, las hay de lance amoroso y las hay de ceremonia y pompa. Para rematar en un recital del texto ante la imagen fija de la estatua de Hermione, en la que se concentran todas las telas y paños con los que el elenco anduvo jugando para caracterizar externamente, con leves toques de vestuario, sus personajes.
TODO SOBRE EVA es uno de los dos textos que ganaron el Premio Abrente 2016, del que es autora Xandra Táboas. El «Programa L – Apoio da MIT ás novas creadoras/es» propició el estreno, producido por el Colectivo Gravidade 0.0 y por la ESAD de Galicia, bajo la dirección de Diana Mera
La pieza es un posdrama de corte litúrgico y ritual sobre la mujer sumisa al amor heterosexual, la mujer sumisa a los hombres, la mujer maltratada.
La fisicalidad y la pericia actoral de Dunia Díaz Casal, Lucía Hernández y Paula Pier busca diluir las marcas de los cuadros plásticos, previamente encontrados en los ensayos, sin embargo el tono litúrgico y ritual pone en evidencia esa segmentación de cuadros y su condición de hallazgo anterior.
Hay cuadros de corte onírico en los que actrices y muñecas establecen paralelismos, igual que los trajes de Primera Comunión establecen paralelismos con los vestidos de luto y con los velos de novias y Vírgenes.
Esa tendencia hacia el ritual y hacia una cierta reverencia, se rompe en los números en los que parodian coplas y canciones pachangueras, en las que la letra incita a la sumisión de la mujer respecto al hombre.
La pieza busca ser intensa y poética, también política en su lado de denuncia feminista, para eso echa mano de figuras alegóricas que se yerguen sobre las actrices como en un altar.
Sobre ese altar se dan comuniones y excomuniones, imprecaciones y exorcismos. Hay momentos de belleza fulgurante, como la tríade en la que Paula Pier sostiene un pomelo entre las piernas y lo estruja para que su zumo caiga en la faz de la actriz que yace, con vestido de novia amarrado al cuerpo, bajo sus piernas, encima de la mesa sacrificial, que en otras escenas fue mesa de trabajo en el hogar.
SOÑO DUNHA NOITE DE VERÁN de Voadora, con dirección de Marta Pazos y versión de Marco Layera, se abre con una platea poblada de novias, con sus trajes blancos. Novias que son actrices y actores que nos reciben, mientras en el escenario, un showman, que podría ser Demetrio, canta Strangers in the Night, My Way, Fly Me to the Moon…
Después de esta obertura festiva, de salón de bodas, comienzan las escenas en la “pink box” escénica, jugando a una síntesis actualizada de algunas de las situaciones de la obra original, en dramaturgia del chileno Marco Layera.
Hegeo le hace una reprimenda a su hija Hermia, poniendo en foco la disoluta educación progre que le ha dado a su hija y los disgustos que esto le ha reportado. Hermia pretende casarse con un transexual y esto desencadenará toda una serie de vaivenes y correrías, en las que la magia del teatro, en su vertiente más dionisíaca y plástica generará un jardín de las delicias que, cómo no, rematará en “happy end”.
Y, de la misma manera que comenzó con una obertura festiva, se cierra con un epílogo constituido por una declaración testimonial de una transexual, Paris, que nos confiesa que es la primera vez que hace teatro en su vida y que nunca había, ni siquiera, ido al teatro, aunque su vida haya sido un teatro. Paris nos dice que es una mujer con pene y que no va a operarse. Que piensa ir a la playa y a la piscina y que lo del teatro está muy bien, pero que ella esta noche tiene planes. Y, así, abandona ele escenario por la platea, como en un canto de libertad e integración.
A CABEZA DO DRAGÓN de Producións Teatrais Excéntricas, con traducción, dramaturgia y dirección de Quico Cadaval, es la primera obra de Ramón María del Valle-Inclán que se hace en lengua gallega.
Valle-Inclán es un autor gallego que escribió toda su obra en castellano, utilizando muchos giros idiomáticos del gallego y también un humor y una concepción de las atmósferas y los personajes de raíz gallega. Sin embargo, hubo que esperar a que expirasen los derechos de autor y la prohibición de traducir su obra a cualquiera de las lenguas cooficiales del Estado Español. O sea, la obra de Valle-Inclán no se podía traducir a las lenguas sin estado propio que son cooficiales en España.
Quico Cadaval ha querido empezar con Farsa infantil de la cabeza del dragón (que había sido estrenada en 1910 y publicada en 1914), incluida en la trilogía Tablado de marionetas para educación de príncipes en 1924.
A CABEZA DO DRAGÓN es una joya híbrida, una especie de encrucijada entre el modernismo y la sátira que anuncia el esperpento. Un cuento fantástico con diferentes niveles de lectura que, sobre el escenario, acentúa su teatralidad lúdica, entre cuadros de belleza estética, con toques orientales, y cuadros que nos remiten a la picaresca y al espectáculo de fantoches.
SON de Nova Galega de Danza, con coreografía de Jaime Pablo Díaz, Carlos Rodríguez y Carmelo Segura, dirección de escena de Alberto Velasco, consiguió el Premio del Público de la 33 MIT Ribadavia 2017.
La fuerza plástica de los conjuntos escultóricos dinámicos que traza el elenco, en intersección con la iluminación fantasiosa y evocativa y la música, en una actualización de la tradición gallega y flamenca, logran despertar una emoción estética muy poderosa.
Sobre el escenario 9 bailarines, de baile tradicional gallego, danza española y danza contemporánea, más dos cantantes, uno gallego, Javier Feijóo “Xisco”, y el otro cantaor de flamenco, Juan Debel. La hibridación funciona a base de diálogo entre los grupos de tradicional gallego y español, con la figura puente de la danza contemporánea, David Vilariño, como una contorsión espiral que abraza y aúna.
Por veces se tiende al unísono, por veces al contraste de los estilos, como en una especie de tenzón sensual.
Se evocan escenas laborales, en las que un cantero labra la piedra y esculpe formas que se expanden y elevan, como la catedral compostelana. Se evocan escenas de feria y verbena, situaciones ambiguas entre el desafío y el flirteo. Y todo ello parece investirse de una sensualidad telúrica, muy ligada a la tierra y a la excelsa vegetación del paisaje galaico.
Uno de los platos fuertes de esta 33 MIT Ribadavia fue, sin duda, A Hunger Artist de Meno Fortas (Lituania), con dirección del maestro Eimuntas Nekrošius. A esta pieza he dedicado el artículo titulado “Eimuntas Nekrošius hace ayunar de literatura el escenario”, publicado en esta misma sección el 06/08/2017.
Las 4 revisiones de William Shakespeare, de muy diferente sello, han recuperado y expandido, al resto de la programación diseñada por Roberto Pascual, el recurso al juego teatral explícito, el recurso a la inversión de géneros y a su consecuente transgresión. Además de en las 4 propuestas shakespeareanas ya comentadas, lo podemos apreciar en A Hunger Artist de Eimuntas Nekrošius, con la actriz que narra y presenta al personaje masculino del Ayunador. Las parejas de bailarines en Son de Nova Galega de Danza, ofreciendo una imagen del baile tradicional en el que los dúos no son mujer-hombre. En cuanto al recurso de la teatralidad consciente o explícita, todos los espectáculos han partido de las virtudes de ésta para incrementar la cooperación de la recepción.
Otra constante ha sido el recurso musical, la aparición de números musicales en todos los espectáculos, siendo, quizás, el culmen Annus Horribilis, una ópera de bolsillo de los Chévere, que yo había visto en el Teatre Tantarantana de Barcelona en 1996, cuando le concedieron el Premio de la Crítica de Barcelona.
En resumen, una 33 MIT Ribadavia, que vuelve al ámbito más dionisíaco de las artes escénicas, una gracia que marida a la perfección con las vides y los caldos del Ribeiro.
Afonso Becerra de Becerreá.