Del 20 de marzo al 13 de abril la Sala Beckett de Barcelona propone el espectáculo ‘El setè cel’ de Caryl Churchill, una obra dirigida por Glòria Balaña i altimira y coproducida por el Teatre de l´Enjòlit y la Sala La Planeta con la colaboración de la Sala Beckett/Obrador Internacional de Dramatúrgia.
De miércoles a domingo del 20 de marzo al 13 de abril llega a la Sala Beckett de Barcelona ‘El setè cel’ una obra de Caryl Churchill traducida al catalán por Arnau Marín Díaz y dirigida por Glòria Balaña i Altimira. Interpretada por Albert Alemany, Elies Barberà, Jenny Beacraft, Arnau Marín, Marta Montiel, Lluís Olivé y Teresa Urroz, esta corpoducción del Teatre de l´Enjòlit y la Sala La Planeta con la colaboración de la Sala Beckett/Obrador Internacional de Dramatúrgia consta de dos actos. El primero tiene lugar a finales del siglo XIX en Africa, donde Clive, el hombre blanco, administrador de las colonias y representante del Imperio Británico y los valores de la sociedad patriarcal occidental, impone sus ideales a la familia y los nativos. Pero el ambiente de tranquilidad, deseo y aparente felicidad que rodea la familia se verá amenazado por la revuelta de los negros contra la represión colonial de los blancos.
El segundo acto transcurre en Londres un siglo más tarde- que nosotros situamos en nuestro propio tiempo-, pese a que para los personajes sólo han pasado veinte y cinco años. Los comportamientos y las expectativas de la sociedad han cambiado en gran medida porque se ha producido una liberación de las rígidas estructuras morales, aunque ciertos dogmatismos y mentalidades de la época victoriana siguen todavía presentes de manera más o menos velada. En esta parte, Clive desaparece, la familia se deconstruye y los personajes, si bien crecen con la herencia del pasado, aprenden a vivir de manera libre y abierta su sexualidad, acercándose así más a sus sentimientos ya su identidad .
«Sé bastante bien qué tipo de sociedad me gustaría: descentralizada, no autoritaria, comunista, no sexista -una sociedad en la que la gente pueda estar en contacto con sus sentimientos y en control de sus vidas». Caryl Churchill
