El 11 de marzo se estrena en el Teatre Lliure de Barcelona –donde estará hasta el día 28– la obra La febre, un monólogo escrito por Wallace Shawn que ha traducido al catalán Marc Rosich para que lo interprete Eduard Farelo a las órdenes de Carlota Subirós, quien acomete así tras ‘Marie i Bruce’ su segunda puesta en escena sobre un texto de este actor, doblador y autor neoyorkino, reconocido por haber trabajado en películas cómicas como ‘Manhattan’ o ‘La maldición del Escorpión de Jade’ y, como doblador en filmes de animación, entre ellas las de la saga ‘Toy Story’.
Sin embargo, es también un dramaturgo perspicaz, cuyas obras acostumbran a tener un tono marcadamente comprometido, como es el caso de La febre, una pieza abierta en cuanto a sus posibilidades –puesto que el propio autor advierte que puede ser interpretada indistintamente por un hombre o una mujer de cualquier edad cosa que han hecho el propio autor y, en su versión cinematográfica, por Vanessa Readgrave– y para la que propone como escenario ideal que se represente en casas ante pequeños grupos de espectadores.
Solo en una habitación de hotel en un país sumergido en la miseria, un hombre está insomne y enfermo. Al amanecer habrá una ejecución política en la plaza enfrente a su ventana. Durante esta noche agonizante, considera su propia responsabilidad en la desesperada situación de los pobres y los oprimidos, y al final decidirá que incluso los bien intencionados son culpables si no emprenden acción alguna. No obstante, esta determinación va acompañada por la dolorosa comprensión que él no puede, de hecho, tener el coraje de dar este paso adelante.
