El Teatre Romea se llena de poesía mística con ‘Alma y palabra. San Juan de la Cruz’ y ‘El templo vacío’
Lluís Homar impulsa, dirige e interpreta ambas propuestas, producidas por la CNTC
El Teatro Romea de Barcelona acoge dos propuestas de la CNTC (Compañía Nacional de Teatro Clásico) con Lluís Homar como impulsor, director e intérprete, basadas en los autores místicos de la herencia cultural y literaria de nuestro país: ‘Alma y Palabra. San Juan de la Cruz‘ y ‘El templo vacío‘. Ambas propuestas plantean una experiencia singular, una atmósfera recogida en la que el texto incita a una vivencia casi mística, a una transformación del espectador en un intercambio que atraviesa las fronteras habituales del hecho escénico. ‘Alma y palabra’ está en cartel hasta el 11 de febrero, mientras que ‘El templo vacío‘ podrá verse del 13 al 18 de febrero.
‘Alma y palabra. San Juan de Cruz‘, es una obra con dramaturgia de José Carlos Plaza a partir de los textos de San Juan Cruz, dirigida por Lluís Homar y producida por la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC). El espectáculo está protagonizado por Lluís Homar y Adriana Ozores, acompañados por la música de Frederic Mompou, interpretada en directo por Emili Brugalla. ‘El templo vacío‘, con dramaturgia de Brenda Escobedo, está dirigido por Lluís Homar y Brenda Escobedo y creada a partir de los textos de Ibn Arabi (Abenarabi de Murcia), Ramón Llull, Jacint Verdaguer, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Cuenta con música coral de J.S. Bach y protagonizada por Lluís Homar acompañado por el cuarteto vocal formado por Manon Chauvin, Gabriel Díaz, Pablo Acosta y Lluís Frigola.
Josep Maria Pou, director artístico del Teatre Romea, ha recalcado en la rueda de prensa de la presentación que se trata de la tercera temporada consecutiva de que la formación liderada por Lluís Homar presenta sus montajes en el escenario del Romea, una dinámica que, espera, “se convierta en visita obligada de la CNTC ya que, al mismo tiempo, abre una ventana al teatro en lengua castellana.”
“En cambio, – apunta el director artístico del Romea – en la visita de este año, ambos espectáculos marcan ciertas diferencias con los de los años anteriores. Durante dos semanas, queremos invitar al público a experimentar la vida sosegada mediante una experiencia mística. Porque esto siempre es sanador, no sólo por el alma, sino también por el cuerpo y el intelecto. Quizá deberíamos empezar a decir que el remedio para la salud mental se encontró en lo místico.”
‘Alma y palabra. San Juan de la Cruz‘
«Este fue el primer proyecto del que me hice cargo con la CNTC – explica Lluís Homar -. Su estreno fue en plena pandemia, en el Corral de comedias de Almagro. También lo llevamos al Temporada Alta, en octubre de 2020. Cuando decidí sacarlo adelante, lo primero que hice fue contactar con Adriana Ozores. Queríamos combinar tres elementos, haciendo presentes en el escenario la poesía, la música y la pintura, con el Cristo crucificado de Velázquez , todo ello para hacer llegar la mística al público a través de los textos de San Juan de la Cruz.»
Adriana Ozores habla de la chispa artística y humana que ha rodeado el proyecto en todo momento y que define tanto el objetivo del espectáculo como la voluntad transformadora que le ha vertebrado en todo momento. «Pretendemos acercar esta maravilla de autor y sus textos desde nuestro oír, de cada uno de los tres intérpretes que pisamos el escenario. Es una búsqueda espiritual que no nos es ajena. Una consideración a tener en cuenta – continúa la actriz – es cómo el arte, entendido como palabra, entendido como música, como una obra pictórica, nos coloca en un sitio diferente desde el que resulta más fácil transitar o querer llegar a un estado más elevado y espiritual, acercar más a este mundo íntimo y sagrado, a esa parte nuestra que nos eleva. San Juan y Mompou transitan en todos nosotros y hace que, entre nosotros tres, se cree una sinergia excepcional. Creo que ésta es una iniciativa preciosa por parte de Lluís Homar de querer acercar a los autores místicos al público de hoy en día, y es una novedad en el sentido de querer mostrar que el arte es una herramienta de descubrimiento de una dimensión mayor.»
Por su parte, Emili Brugalla, pianista del espectáculo que interpreta piezas de Frederic Mompou, comparte los paralelismos, a priori poco evidentes, entre las figuras San Juan de la Cruz y del compositor: «Mompou y San Juan parecen, en principio, personajes muy diferentes, pero yo creo que, hasta el Renacimiento, la figura del santo es muy pública, mientras que la del artista es más anónima. Después del Renacimiento, en cambio, es al revés. Si San Juan hubiera nacido en el siglo XX, no tengo ninguna duda de que sería un artista. Ambos transmiten lo sagrado y transforman a las personas. Esta es una de las intenciones espirituales que nos hace profundamente humanos. En este espectáculo, la música de Mompou agranda la palabra de San Juan. Los dos se ayudan, se multiplican. Son como ángulos de la misma figura. Al final, la experiencia que tenemos en el escenario nos transforma incluso a nosotros mismos, y eso es algo que agradezco mucho a Lluís. Creo que a Mompou le habría entusiasmado este espectáculo.»
‘El Templo Vacío‘
Por su parte, ‘El templo vacío‘ es un espectáculo con una dramaturgia conformada a partir de los textos de Ibn Arabi (Abenarabi de Murcia), Ramón Llull, Jacinto Verdaguer, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, entre otros, que también implica texto y música, esta vez con un cuarteto vocal interpretando música de Johann Sebastian Bach.
Brenda Escobedo, dramaturga y codirectora del espectáculo, define así la obra: «Más allá de la poesía lírica de San Juan y Santa Teresa, queríamos enseñar que el camino místico es, en realidad, filosófico, un entrenamiento espiritual, y la línea dramatúrgica de este espectáculo lleva a entender que el templo es el alma y el vacío es el ego.»
Según la directora, «en una hora podemos conocer la esencia del lenguaje de San Juan de Cruz, Miguel de Molinos, Ramón Llull, Jacint Verdaguer… y, al mismo tiempo, la filosofía alemana de Europa Central. Hay también un soliloquio de Calderón de la Barca, descontextualizado y extraído de otra obra, que nos permitirá ver cómo los escritores del Siglo de Oro también buscaban el sentimiento de la fe.»
Lluís Homar, explicando la razón de presentar ambos espectáculos conjuntamente, ha dicho: «Aunque la distancia entre los dos espectáculos es de unos tres años, para nosotros, presentar este programa doble tiene todo el sentido del mundo. Principalmente, queremos acercar la figura de estos autores al público moderno y romper un poco con las ideas preconcebidas sobre los místicos y sus características. En todo caso existe una sincera voluntad de modificar, para bien, nuestras vidas.»
Añade Brenda Escobedo: «Son espectáculos preciosos y, a través de las palabras de los místicos, creo que también conoceremos una parte muy íntima de Lluís Homar.»