El Teatro Alfil estrenará ‘¿Qué no…?’, una adaptación teatral de Jesús Cracio, Antonio Fernández Ferrer y Christián Boyer a partir de la obra ‘Ejercicios de estilo’, de Raymond Queneau. El montaje, que Cracio calificó de «descarado e intrépido», parte de una situación cotidiana (un trayecto en autobús) expuesta de 33 formas diferentes. Tres actores y tres actrices se dan cita en escena con este trabajo que el director no dudó en definir de «funambulismo» y en el que el objetivo principal es el puro entretenimiento del espectador: «Es un espectáculo de humor blanco –dijo Cracio– en el que no hemos querido dar caña porque lo que la gente quiere en estos momentos es, simplemente, reirse».
Jesús Cracio valoró la idea que Queneau tuvo al crear (junto a otros sátrapas franceses) el Colegio de la Patafísica, «el único que no pretendía salvar el mundo, algo que ahora, cuando todos intentan lo contrario, es lo que probablemente nos hiciera falta», señaló el director escénico.
Las diferentes dramaturgias creadas a partir del texto han dado pie al elenco de actores para inmiscuirse en esta historia de ritmo muy rápido que les obliga a tener que cambiar de registro continuamente. El montaje, que dura poco más de una hora, hace gala en algunos momentos de la improvisación.
A este respecto, Cracio destacó la oportunidad de mostrar ahora esta obra que se basa «en un trabajo actoral imaginativo realizado con escasos recursos económicos, muy alejado del musical y del teatro escapista que impera en la cartelera madrileña» y contra el que, a pesar de todo, no pretende ir.
La música constituye una parte esencial del montaje ya que, incluso, la fuente de inspiración del propio Raymond Queneau fue la ‘Tocata y Fuga en D Menor’ de Bach. La clásica versión de órgano pasando por el violín y el piano, orquestada en jazz, rock & roll o una interpretación de bossanova brasileño, tienen cabida en este espectáculo para el que se han compuesto un total de 24 temas. Los actores hacen gala también de sus dotes para la danza gracias a las pautas que les ha facilitado la coreógrafa Michelle Man.
