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El Teatro Arriaga presenta ‘Los siete pecados capitales’ de Kurt Weill y Bertolt Brecht

El Teatro Arriaga presenta los días 4 y 5 de junio su última gran producción de la presente temporada: ‘Los siete pecados capitales’. El montaje que produce y lleva a escena el teatro bilbaíno combina ópera, danza, música y teatro.

 

‘Los siete pecados capitales’, ballet chanté («ballet cantado») satírico en siete escenas con música de Kurt Weill y libreto de Bertolt Brecht, es una de las grandes composiciones de la primera mitad del siglo XX. Es 1933, París, y tanto Weill como Brecht huyen de la Alemania nazi. A pesar de la tensión artística generada entre estas dos grandes figuras en proyectos anteriores, deciden emprender juntos este último cabaret satírico, ‘Los siete pecados capitales’ (titulado originalmente en alemán ‘Die sieben Todsünden’), con el mismo propósito que les unió en las primeras óperas conjuntas: tratar de cambiar la sociedad a través de un corrosivo cinismo que denunciaba la doble moral.

Este proyecto cuenta con la dirección escénica de Barbora Horáková Joly. La directora checa, reconocida en 2018 con el International Opera Award a la irrupción más destacada del panorama operístico europeo, vuelve a dirigir una producción propia del Teatro Arriaga, tras hacerlo en ‘L’Orfeo’, ‘I hate music’, ‘Dido & Aeneas’ y ‘El amor brujo-Siete canciones populares españolas’.

En lo referente a la dirección musical, dicha responsabilidad recae en Iker Sánchez Silva, que será quien conduzca este “ballet cantado”, en el que cada movimiento corresponde a un pecado capital. Sánchez Silva ya compartió la dirección de otra producción propia del Arriaga con Horáková, como fue ‘El amor brujo–Siete canciones populares españolas’. Ahora, Iker Sánchez Silva va a guiar este montaje en el que encontramos música popular europea, aires de swing, valses y marchas con ritmos de foxtrot o ragtime. La versión que se ofrece es una reducción para 15 instrumentistas, cuya interpretación corre a cargo de la orquesta BilbaoSinfonietta. Se acerca así al público, a aquellas bandas de Jazz que acompañaban a los cabarets más sórdidos de los años 30.

Cantantes

Cinco voces solistas interpretan ‘Los siete pecados capitales’. La soprano alemana Nicola Beller Carbone encabeza el quinteto vocal del espectáculo, metida en el papel de Anna, la principal protagonista de la historia que se representa, que es exactamente el mismo papel que interpreta la bailarina Iratxe Ansa, en su caso abordándolo desde el punto de vista de la danza.

Junto a la soprano, cuatro voces masculinas completan el quinteto de solistas, concretamente las de los tenores Javier Tomé y Josu Cabrero, el barítono José Manuel Díaz y el bajo-barítono Fernando Latorre. Los cuatro son cantantes vascos de acreditada categoría artística, habituales de la escena operística, y en esta ocasión se meten en los papeles de la familia de Anna (incluyendo el guiño irónico de que el papel de su madre sea interpretado también por un hombre).

Coreografía

La danza es uno de los pilares fundamentales de ‘Los siete pecados capitales’. La propuesta artística en este sentido es de Iratxe Ansa (Premio Nacional de Danza 2020) e Igor Bacovich. Ellos se han encargado del trabajo coreográfico del espectáculo, partiendo del habitual lenguaje que desprende su trabajo con su compañía Metamorphosis Dance pero abiertos a nutrirse de los estímulos que les han llegado durante todo el proceso desde los solistas y la dirección de escena, en pro del resultado final del espectáculo. Además, hay que destacar que Iratxe Ansa e Igor Bacovich no solo han diseñado el movimiento escénico y las intervenciones de danza de los artistas, sino que encabezan el cuerpo de baile formado por nueve bailarines. Junto a Ansa y Bacovich, estarán Gaizka Morales, Jay Diego, Úrsula Mercado, Valerio Di Giovanni, Elias Backebjork, Beñat Andueza y Kontxesi Fernández.

Además, destaca la aportación del colectivo checo Wariot Ideal al conjunto del espectáculo, que se encargan de la escenografía, el sonido y la iluminación, y participan sobre el propio escenario en calidad de intérpretes. Y es que este colectivo está formado por tres actores-performers y se ha labrado una importante reputación en la escena independiente de la República Checa, donde se fundó en 2009 y realiza desde entonces proyectos artísticos y colaboraciones con un sello muy personal.

Sobre ‘Los siete pecados capitales’

La pieza habla sobre tratar de conseguir un sueño, en este caso un sueño americano. Una familia americana con pocos recursos sueña con construir una casa y envían a la hija fuera para que consiga el dinero para ese objetivo. La chica, de nombre Anna, viaja por distintas ciudades americanas, en concreto por siete ciudades, en cada una de las cuales deberá confrontarse con uno de los pecados capitales.

En el espectáculo, el papel de la hija se muestra a través de un doble acercamiento, como si fuera el reflejo de una doble personalidad. Una de ellas está representada por la cantante (Nicola Beller Carbone), que encarna su faceta más sobria, racional y reflexiva. Y la otra personalidad es la de la bailarina (encarnada por Iratxe Ansa), que exhibe un carácter más osado e incluso ingenuo. A lo largo de la pieza se observa la evolución de Anna, que comienza repleta de ideales y sueños propios de una joven en una gran ciudad; pero que a medida que avanza va descubriendo las caras oscuras de la vida. Y en ese recorrido están los siete pecados capitales, que de algún modo todos conocemos, puesto que son inherentes al ser humano.

Y ahí está también la familia de Anna (padre, madre y dos hermanos), interpretada por los cuatro solistas masculinos, en cuya actuación se atisban rasgos similares a los de un coro griego, con sus continuas apelaciones a Dios para que “ella (Anna) lo condiga y les traiga el dinero para construir la casa”. Pero detrás de esas caricaturizaciones Weill y Brecht incrustaban su crítica a la gran industria, a la deriva comercial y la crisis en América, realizando denuncias plenamente vigentes a día de hoy. Lo que criticaban, en definitiva, era esa utopía de un sueño americano, que no se trataba en realidad de un sueño de bienestar sino de uno material. En la misma pieza se muestra lo que es capaz de ofrecer Anna para obtener ese sueño material, y lo que (se) vende en el camino. Toda esta crítica al materialismo y, en definitiva, al capitalismo, palpita en esta última gran obra de Kurt Weill y Bertolt Brecht.

Los locos años veinte

Este espectáculo es el cuarto de los siete espectáculos que el Teatro Arriaga ha preparado en paralelo y de forma complementaria a la exposición ‘Los locos años veinte’ que alberga en estos momentos el Museo Guggenheim Bilbao.

Este trabajo conjunto entre el Museo Guggenheim Bilbao y el Teatro Arriaga surge a través de la implicación de Calixto Bieito, director artístico del Teatro Arriaga, quien lleva a cabo el diseño de la exposición ‘Los locos años veinte’. El objetivo de esta colaboración es, por un lado, enriquecer la escenografía de la exposición infundiéndole el sello personal de Bieito, y, por otro, extender ese diálogo entre ambas entidades al propio Teatro Arriaga, donde se ofrecen siete espectáculos que amplían la perspectiva y son complementarios a la exposición.


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