Andalucia a escena, que se desarrollará entre el 21 de octubre al 15 de noviembre en el Teatro Bellas Artes, se compone de cinco espectáculos que mostrarán lo mejor del teatro, la música y el baile de Andalucía. La muestra comenzará, de manos del Centro Andaluz de Teatro, con una llamada a la reflexión con El Rey de Algeciras, que se representará del 21 al 25 de octubre.
Todo parece en calma, suenan gaviotas sobre la ciudad enterrada en el tiempo, siete personajes que representan la fauna de un lugar sin olvido, se unen en esta obra para contarnos cómo respira el último rincón de Europa.
Del 28 de octubre al 1 de noviembre, la compañía El espejo negro abrirá sus fauces para hacernos digerir el cabaret para adultos más petardo, corrosivo y burlón del país… Es puto Cabaret, con las marionetas más excéntricas y descaradas del mundo, gracias a la más exuberante, fondona, vieja y subversiva estrella del transformismo Marianna Travelo.
Marco Vargas, Chloé Brulé, Juan José Amador y la colaboración especial de Diego Amador, interpretando al piano en directo la música compuesta por él mismo, traerán el espectáculo Ti-me-ta-ble o el tiempo inevitable. Una mujer y un hombre inmersos en una espiral de tiempo trazan el desarrollo del espectáculo en donde los deseos humanos serán modificados por Crono, que interactúa entre ellos. Cruzan por estadios simbólicos reflejando la influencia que el tiempo tiene en nuestras vidas. El 4 y el 5 de noviembre.
La compañía de baile Fernando Hurtado subirá al Teatro del Bellas artes el 7 y 8 de Noviembre con The Other Side, una historia de cabeza o, mejor dicho, pasa en la cabeza de un ángel caído que, a modo de Don Quijote celestial, es arrojado a una realidad que él se afana por pintar y dulcificar, pero de la que no consigue evadirse. Una ventana abierta a la conversación interminable que cada uno de nosotros mantenemos con nosotros mismos y con lo que nos rodea.
‘Andalucía a escena’ concluye con Ariadna, del 11 al 15 de noviembre, de Atalaya Teatro. Mientras que en Elektra predominaba la idea del Fuego, y en Medea la Tierra, en Ariadna serán el Agua y el Aire los referentes, tanto por la constante alusión a la travesía marítima, como por la propia calidad de energía del personaje principal. El gran dilema de esta Tragedia se sitúa entre la pasión por vivir -no meramente sobrevivir- y la sumisión a los dictados del Poder.
