«Armengol», la obra por la que Miguel Murillo obtuvo el Premio Lope de Vega de 2002, se estrena el próximo 21 de diciembre en el Teatro Español de Madrid, donde estará hasta el 29 de enero. Es una coproducción del Teatro Español con la Junta de Extremadura, la dirección es de Esteve Ferrer y tiene como intérpretes a Pepe Viyuela, Rosa Renom, Nacho Aldeguer y Miguel Foronda, entre otros. En palabras de Miguel Murillo, «casi siempre ocurren las tragedias lejos. Afortunadamente el ser humano dispone de sus sueños para convertir sus paisajes cercanos en horizontes sin límites». Esta es la historia de un hombre, Armengol, y de un grupo de jóvenes que intentaron alcanzar un sueño, llegar hasta los límites de esos horizontes para huir de la tragedia, para alejar esa tragedia. Intentaron llegar más lejos, más alto, conquistar un corazón, ganar la medalla deportiva, volver triunfadores. Pero cuando llegaron de sus sueños, la tragedia les esperaba en sus paisajes cercanos.
En la creación de «Armengol», Miguel Murillo se ha basado en una historia real. En 1868 el francés M. Daniel funda en Badajoz un gimnasio que durante medio siglo fue uno de los centros deportivos y recreativos-culturales más afamado y concurrido de la ciudad. Finalmente fijó sus instalaciones en la calle San Sisenando, haciéndose cargo de él Luciano Sampérez Arroyo y Narciso Vázquez Lemus, este como director médico.
Luciano dejará paso a su hijo Armengol Sampérez Ladrón de Guevara, que además de dirigir el centro, actuará como monitor. Fue monitora su hermana Pilar, afamada trapecista. Este Gimnasio ofrecía Festivales y exhibiciones en la Plaza de Toros Vieja, donde en el 36 correría la sangre de las ejecuciones franquistas.
ARMENGOL SAMPÉREZ LADRÓN DE GUEVARA, natural de Badajoz. Profesor de Gimnasia. Destacado miembro del Partido Radical Socialista. Fue fusilado en Badajoz, el 13 de Octubre de 1936, a la edad de 54 años. Su cadáver pudo ser recuperado, y sus restos reposan en el cementerio viejo de Badajoz.
Con el estreno de «Armengol», el Teatro Español recupera la tradición –llevada de forma discontinua– de representar los textos premiados con el Lope de Vega y lo hace por primera vez desde que Mario Gas está al frente del mismo.
