El Teatro Gayarre acoge un homenaje a Karmen Larumbe
El próximo día 3 de febrero el Teatro Gayarre de Iruñea acogerá un homenaje por parte de la compañía Larumbe Danza a la bailarina, coreógrafa y profesora navarra Karmen Larumbe en el décimo aniversario de su muerte. El acto consistirá en la representación de las piezas «la ventana» y «Más o menos un día». por Bea Majuelo
En la primera recupera la coreografía La ventana de la propia Karmen Larumbe, un solo que constituye la obra más autobiográfica de la autora y que combina la danza con las palabras en forma de poema; la duración es aproximadamente de seis o siete minutos. “El título de la ventana viene de la época en la que mis padres residían en Bruselas. Vivían en una de esas casas estrechas y altas y tenían el dormitorio en la parte de arriba, en el ático. Mi madre veía una ventana grande de forma inclinada desde su cama, a través de la que miraba durante las noches, en un intento por liberar todas sus inquietudes de creadora. La ventana es el título que da nombre a la obra, fruto de aquellas noches que pasó mi madre en vela, observando y escribiendo”, explica el propio hijo de la creadora.
El homenaje en memoria de la bailarina llega en un momento vital para la propia compañía que tras diez años de andadura, y su segunda generación, esta celebración constituye un punto de reflexión. En palabras de Juan de Torres, hijo de la difunta Karmen Larumbe y director de la compañía que lleva su nombre, “tras diez años, es un buen momento para parar, mirar hacia delante y hacia detrás, ver el recorrido que uno ha hecho y valorar si está satisfecho para poder decidir hacia dónde va”. Tras la muerte de su madre, Juan de Torres y su esposa Daniela Merlo decidieron hacerse cargo de la compañía y recoger el legado de la obra de Karmen Larumbe, manteniendo el nombre y emprendiendo un nuevo camino, “somos otras personas, otros creadores, los tiempos cambian, pero sin embargo somos una evolución”.
Relaciones de pareja
En la segunda parte del espectáculo, se ofrecerá Más o menos un día que Juan de Torres y Daniela Merlo, director y codirectora respectivamente de Larumbe Danza, se han basado en su propia experiencia como pareja durante veinte años. En palabras del director y bailarín, “hemos querido plantear una serie de preguntas y reflexiones sobre lo que son las relaciones, no solamente entre nosotros dos, sino que hemos pretendido que cada uno de los coreógrafos plantee situaciones, siempre referentes al mundo de las relaciones interpersonales, con todos sus matices”. El prólogo de la obra, que adquiere un carácter independiente a ella, viene firmado por Cesc Gelabert, un referente indispensable hoy en día dentro del mundo de la danza contemporánea. Sin embargo, la compañía ha preferido prescindir de esta parte en el espectáculo que ofrecerá en el Gayarre, con motivo del décimo aniversario de la muerte de su fundadora, puesto que ha considerado pertinente limitarse a la muestra de los trabajos relativos a Karmen Larumbe y a la labor que ejerce actualmente la que fuera su compañía de danza. “El prólogo es una pieza que normalmente se hace de forma añadida a la obra Más o menos un día; para el homenaje a mi madre, he decidido no hacerla porque considero que el protagonismo debe recaer en la propia Karmen Larumbe”, explica de Torres. Por otra parte, resulta de especial interés la última escena de la obra en la que el público podrá ver de una forma definida pero que sin embargo podrá intuir y sentir, las diferentes proyecciones que pasarán sobre los cuerpos de los intérpretes. Imágenes que desvelan veinte años de vida en común, imágenes de la vida cotidiana de Karmen, de Daniela, de Juan, del hijo de éstos. Imágenes de un pasado, que ayudan a entender el presente.
La escenografía de la obra viene de la mano de Quique Blanco, componente de La Fura dels Baus, quien ha realizado un trabajo muy característico; mientras que la música está firmada por Borja Ramos. Este bilbaíno es un compositor asiduo tanto en espectáculos de teatro y danza como en cine. Cabe resaltar el hecho de que la música se haya creado simultánea y contemporáneamente a la obra coreográfica. El director de la compañía, así mismo, ha querido hacer hincapié en la diversidad artística de cada uno de los miembros que conforman el espectáculo que se presentará en el Gayarre, “los artistas que están con nosotros son muy diferentes entre sí, con individualidades muy potentes, cada uno tiene mucho por decir. Es gente, evidentemente con un nivel técnico muy bueno pero es que además tienen un nivel interpretativo muy interesante. Espero que el público pueda apreciar éste aspecto”.
Una vida para la danza
Hablar de Karmen Larumbe supone hablar de una mujer cuya obra ha supuesto una gran aportación al mundo de la danza contemporánea. En cuanto a la parte creativa, la bailarina navarra creó una línea de danza contemporánea en Bélgica durante los años 69 y 70. Comenzó como asistente de coreografía de Maurice Bèjart y más tarde emprendiendo su andadura como creadora independiente, hasta llegar a hacerse cargo del Ballet Contemporáneo de Bruselas y su escuela de formación, por la cual han pasado los bailarines más prestigiosos de toda Europa.
Por otro lado, creó la primera sala alternativa, en una fábrica que adquirió junto a su marido donde se encuentran las actuales oficinas de la Comunidad Europea. También dirigió el Ballet de la provincia de Misiones en Argentina.
Más allá de su aportación artística, cabe resaltar la labor que realizó como docente, especialmente dentro de Navarra. Llevó a cabo la creación de una escuela de formación múltiple, donde tenía cabida tanto la formación en técnica de danza clásica y contemporánea, como el folclore, elemento que adquiría también un papel importante, no en vano Karmen Larumbe era una amante del folclore y mantuvo una buena amistad durante toda su vida con grupos de dantzaris como los de Cascante o Tudela, entre otros. Defendió también la necesidad de fomentar una formación en música, en historia de la música, en percusión, en improvisación, de coreografía. Juan de Torres recuerda que “el aspecto físico no era un impedimento para entrar en la escuela sino todo lo contrario. Para mi madre, los criterios artísticos y no los estéticos eran los que predominaban a la hora de tener una formación y poder llegar a un resultado profesional en danza”.
Segunda generación
Tras la muerte de su fundadora en 1995, Juan de Torres y Daniela Merlo, conscientes del legado artístico y cultural que tenían entre manos, deciden retomar las riendas del proyecto iniciado por Karmen Larumbe y comienzan en 1996 una nueva andadura con la segunda generación de la compañía Larumbe Danza. Desde hace cinco años, la compañía toma parte en un programa de sensibilización, formación y difusión de la danza que se lleva a cabo desde el Ayuntamiento de Coslada, en la Comunidad Autónoma de Madrid. A partir de éste momento, deja de ser una compañía de autor y decide cambiarse el nombre, para pasar a ser Larumbe Danza. Centro de creación coreográfica de Coslada. “De este modo queremos fomentar el intercambio con diversos creadores y generar una actividad cultural más diversa. Ya no somos sólo Daniela y yo, sino que, según el proyecto, nos interesa también traer a otros invitados”. Entre sus próximos proyectos, Larumbe Danza planea estrenar una especie de juego coreográfico para el próximo Festival de Otoño, con motivo de los diez años de la compañía, en el que se espera que tomen parte como coreógrafos invitados artistas de la talla de Cesc Gelabert, Sol Picó y Teresa Nieto. La idea que persigue su director, es la de lograr un diálogo coreográfico entre los diferentes autores.