El tiempo se acorta
Hasta hace no mucho, los acontecimientos del día a día, después de un tiempo de haber sucedido, eran llevados a la pantalla grande. El cine se transformaba en una especie de diario de vida de la humanidad y rendía homenaje póstumo a hechos relevantes del pasado.
Ese lapso entre los hechos y la historia cinematográfica, antes incluso de siglos, se ha ido acortando a tal punto, que hoy en día todavía no se enfría el muerto y ya se está contando su vida, e incluso, el personaje principal aún está vivo y es interpretado por un actor que, gracias a un buen guion adaptado, lo hace bastante mejor que el verdadero inspirador de la historia.
Antes era inconcebible hacer una película biográfica de alguien vivo. Era necesario que pasara un tiempo para poder así, demonizarlo o glorificarlo, dependiendo del caso, esto, sin que el personaje en cuestión pudiese afirmar o negar aquello que se afirmaba de él con imágenes.
No sé si fue porque las historias interesantes de ser contadas comenzaron a ser películas demasiado repetidas, como sucede con las películas para semana santa o navidad, o porque el hecho de que el personaje estuviese aun latente en la memoria colectiva o porque con el personaje aun vivo esto podía generar polémica, lo cual, por supuesto es mucho más rentable, pero la verdad es que el cine está cada vez más enfocado en lo que llamaría, un casi presente.
La velocidad desmedida a la cual nos está tocando vivir, ya ni siquiera nos permite reflexionar sobre la veracidad y consecuencias de los acontecimientos y un alguien externo a nuestra propia conciencia, nos indica que y como pensar, sin dejarnos el tiempo necesario como para razonar según nuestra propia óptica.
Está claro que la verdad no existe sino como un constructo social colectivo, aunque me da la impresión de que, en la condición actual, no somos nosotros, los simples individuos de a pie, quienes aportamos a esa construcción de verdad, sino que es la mano negra de ciertos grupos de interés, la que nos induce a pensar de tal o cual manera, utilizando los medios de comunicación como su herramienta predilecta.
En más de alguna ocasión he mencionado la supuesta existencia de armas de exterminación masiva como justificación para la guerra de Iraq ¿encontraron armas de ese tipo? ¿esa guerra tuvo la justificación aludida? ¿el petróleo tuvo algo que ver?
Hoy en día las teorías conspirativas están de moda porque los medios de desinformación, si, desinformación y no información, capaces de mostrarnos realidades irreales, hacen que todo pueda ser y al mismo tiempo, nada pueda ser.
Antes era difícil formarse una opinión porque se carecía de información suficiente. Hoy en cambio, se puede acceder a tanta información, de la buena y de la mala, que sigue siendo complicado el formarnos una opinión correcta sobre tal o cual acontecimiento.
El tiempo se acorta y no tenemos el suficiente como para adentrarnos en alguna problemática antes de que esta se modifique, incluso radicalmente.
¿Qué hacer?
Ni idea, planteo el hecho, pero no soy mago como para sacar un conejo de un sombrero y me entregue la fórmula mágica como para encontrar la solución.
El tiempo se…