Velaí! Voici!

Elecciones

Siempre estamos en tiempos de elecciones, porque la vida nos presenta, casi a cada paso, encrucijadas donde debemos elegir. Tenemos que tomar decisiones, si no queremos que otros las tomen por nosotros y tenemos que hacerlo con sentido.

No me importa decirlo, no es ningún secreto. Elijo la cultura y las artes escénicas como la expresión más sublime y completa dentro de ese amplio campo que podemos llamar cultura. Propongo aquí, como posible definición de cultura, aquellas acciones que cultivan nuestro intelecto afectivo, porque emoción y cognición, para mí, son una sola cosa. La cognición, el conocimiento más que la información, nos mueve, nos conmueve, nos emociona, nos hace crecer sin parar, nos emancipa, nos desaliena. Para mí la cultura es eso. Y las artes escénicas son aquellas que en Francia también denominan «artes vivas» porque se realizan en co-presencia entre seres vivos. Por tanto, en esta experiencia no mediada por pantallas ni dispositivos digitales, la comunicación es profunda y en ella interactúa no sólo lo que se ve, se oye y se huele, sino también todo lo que es más atmosférico, intuitivo e inconsciente. En la experiencia que nos ofrecen las artes escénicas hay un intercambio de afectos, energías, estados de ánimo, tensiones rítmicas que conducen al sentido. Y en ellas hay música, hay imagen, hay literatura, hay arquitectura, hay pintura, hay escultura… Porque las artes escénicas son la expresión cultural más compleja y completa.

Así que voto por las artes escénicas.

Así que elijo la cultura. Y mucha gente dirá. La cultura es un lujo. La cultura no alimenta. La cultura y las artes escénicas no importan, por eso en la ciudad más poblada de Galicia, por ejemplo, su teatro público lleva más de medio año cerrado. Por eso, por ejemplo, los edificios construidos con el dinero de todos permanecen cerrados más días al año que abiertos a la cultura y las artes escénicas. Son como casas deshabitadas, mientras que las compañías y los artistas casi no tienen posibilidad de encontrar espacios para realizar sus creaciones o mostrarlas. ¿Por qué no podían abrir las puertas de cada teatro y auditorio públicos a las compañías y artistas de su entorno, como residentes, varias en cada teatro, juntas o por turnos, para que allí pudiesen trabajar, ensayar, mostrar, dar cursos y organizar actividades diversas que fomentasen eso, la cultura? Pero no, el dinero se fue a empresas constructoras, mientras esos edificios siguen infrautilizados.

Elijo la cultura, porque me alimenta y me hace crecer. Y podría alimentarte a ti también y hacerte crecer si quisieras, porque a mí no me da de comer porque yo sea guapo, hijo de papá o porque me hayan regalado algo. Así que espabila esos miedos, no elijas los prejuicios contra la cultura y las artes escénicas. Elige la mejor carrera que hay, arte dramático o danza y coreografía, y no ingeniería técnica o administración y dirección de empresas. Elige algo con futuro, algo necesario: la cultura. Apuesta por ella, porque sin ella eres menos que un animalito, ¡porque los animalitos también tienen la suya! ¡Vota por las artes escénicas!


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