El Chivato

Els Joglars llevan al cine los dos últimos años de vida de Franco

Els Joglars ha dejado a un lado sus espectáculos de teatro para embarcarse en un proyecto cinematográfico: ‘Buen viaje, excelencia!’, una película que narra los dos últimos años de vida del general Franco. Albert Boadella dirige esta cinta, con un presupuesto de tres millones de euros, protagonizada en los principales papeles por Ramón Fontseré, Minnie Marx, Puilar Sáenz, Xabier Boada, Jesús Agelet, Lluis Elías y María Teresa Berganza. El Palacio de Fernán Núñez de Madrid es el escenario estos días de algunas de las escenas de ‘¡Buen viaje, excelencia!’, que comenzó su rodaje el 28 de octubre, y que contará con otros escenarios en Belchite (Zaragoza), Cogollos (Burgos) y los alrededores de Madrid.
La película hace «con ironía y humor», según Boadella, un retrato de Franco centrado en los dos últimos años de su vida, pero con ‘flash-backs’ de su pasado –estos últimos rodados en blanco y negro–. Un episodio en el que se muestra un poder ejercido por un enfermo y senil dictador, cuyo entorno más próximo, no tiene más objetivo que mantenerlo en vida a toda costa a fin de asegurarse su propia supervivencia.
«Han pasado los tiempos de la cruz y la espada y ahora sólo se trata de sobrevivir, aprovechando, como en la leyenda, un Cid que cabalga medio muerto, pero que sigue atemorizando a sus adversarios debido a la feroz mitología del pasado», señala Boadella.
El interior de El Pardo, con sus «sórdidos personajes», sirve para «crear situaciones delirantes como consecuencia de un entorno temeroso y servil». «La película cabalga entre la auténtica realidad, apoyada por una mayoría de hechos comprobados, y determinadas situaciones que bien pudieran haber acontecido en semejantes circunstancias», afirma Boadella, sobre una historia «que huye de cualquier impulso revanchista o del simple divertimento».
‘¡Buen viaje, excelencia!’, con el sello inconfundible de Els Joglars, pretende, ante todo, «aportar una reflexión, no solo específicamente sobre la sombra de un caudillo degradado, sino también sobre la miseria mental y la ridiculez que entraña la decadencia del poder absoluto», aclara Boadella.
Para la ocasión, el actor Ramón Fontseré se ha caracterizado para encarnar al ya decrépito dictador, un trabajo de maquillaje de dos horas y media cada día. «Estaba acabado física y psicológicamente; hecho polvo, pero aún con ramalazos de crueldad y de hombre sin piedad», relata Fontseré, quien encarna al «Franco más patético de todos los años».
Pero la mezcla de «patetismo, humor e ironía» de la película, según Fontseré, se debe a que «era un ser sin piedad, pero también podía ser un viejecito encantador». Para darle más credibilidad, Fontseré se ha documentado sobre Franco, «un hombre muy militarista, africanista, muy de la época, muy gallego», dice.
«No era un hombre refinado de academia, aunque luego en su forma de hablar y moverse tenía gestos un poco dulces, por llamarlos de algún modo. Cierto amaneramiento», recalca Fontseré, que para esta película tendrá que dar la imagen «menos enérgica y más agotada» de Franco, quien por entonces padecía párkinson.
Minnie Marx da vida a la doctora Muller en esta producción de Lola Films, en la que Pilar Sáenz es Doña Carmen Polo, Xavier Boada, el marqués, Jesús Agelet, Pacón, Lluis Elías, el doctor Vicente y María Teresa Berganza, Carmencita.


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