Con la muerte de George Woodyard se ha ido uno de los pioneros de los estudios del teatro latinoamericano en América, pero, sobre todo, una de las personas más generosas, sencillas y afables que he conocido en todos mis años de profesión.
Cuando en 2007 dejó la dirección de Latin American Theatre Review escribió una editorial en la que recordaba el lanzamiento de la revista en el otoño de 1967 y en la que expresaba su completa dedicación al teatro latinoamericano: “Uno de los aspectos más enriquecedores y estimulantes de mi vida ha sido la oportunidad de conocer a los participantes principales –los autores, directores, actores, críticos, estudiosos—y de ver teatro en las salas, en las calles y en los festivales nacionales e internacionales”. Cuando George decidió la creación de la revista los estudios de teatro latinoamericano en Estados Unidos se encontraban en sus inicios. George fue su gran impulsor. Fue catedrático del Departamento de Español y Portugués de la Universidad de Kansas, y, entre 1966 y 2005 ocupó distintos cargos, entre los que se encuentran el de director del Departamento de Español y Portugués, director de los cursos en el extranjero en Guadalajara, Barcelona y Santiago de Compostela, Decano de Estudios Internacionales. En 2006 el Departamento de Lenguas Clásicas y Modernas y su sección de Español de la Universidad de Connecticut estableció el Premio de Teatro Latinoamericano George Woodyard con el propósito de estimular, apoyar y promover la creación de obras teatrales. La capacidad crítica de George se manifestó en múltiples publicaciones. La muerte de George Woodyard nos deja un gran vacío pero queda su obra, todo aquello que hizo y logró como persona y como profesional. Descansa en paz querido amigo y colega. Te echaremos de menos.
Miguel Ángel Giella
