Reportajes y crónicas

Entre lo entrañable y lo diabólico

El entrañable FITEA, Festival Internacional de Teatro de El Agustino del Perú, cerró el año con su IV edición y con la grata noticia de que habrá una V en el 2014 porque también cerró el año con la concesión de ayuda de Iberescena.

El FITEA es un festival de teatro comunitario que nace como otros tantos, de las agrupaciones de la periferia de la capital Peruana, y que permiten en esta descentralización un acercamiento cultural a estas poblaciones con evidentes carencias socioeconómicas, educativas y culturales.

Agrupaciones y festivales que sobreviven a pesar de una incomprensible invisibilidad de parte de una lima mas central, epicentro de manifestaciones y agrupaciones teatrales cuya trayectoria se ha nutrido y en algunos casos se han gestado en esta periferia, cuando no físicamente, si argumentalmente. Y ni que decir de la ceguera institucional…

Al comenzar a escribir he adjetivado al FITEA como entrañable, si, entrañable, contrastado, romántico, sesentero, y más cosas.

Como no calificar de entrañable un festival, en el que tener escasos recursos económicos o casi nulos no es pretexto para abandonar, un festival en el que el vecindario se reúne y cocina para las compañías. Y como no calificar de entrañable a las compañía que pese al cansancio y las horas de viaje tienen una sonrisa y un «gracias» y un «no se molesten, comamos lo mismo de ayer» para el vecindario. Compañías que pese a las dificultades técnicas ponen todo el pellejo en las actuaciones para un público abierto, receptivo y entregado.

Del público gozaron algunas compañías locales como «Biblioeducartes» y el mismo «Waytay» organizador del Festival, compañías de las provincias de Huaraz «Raíces» y Tacna «Mas de nosotros» o internacionales como El grupo «Tablados» de Colombia o «Teatro del Vinagre» de España.

Y, o, pero, en honor a la verdad, en esta experiencia viva y creativa, el criterio se te pone también «del revés», cierto es que inevitablemente en estas circunstancias la calidad de los trabajos se sacrifica a fin de cumplir el fin último del hecho teatral: la comunicación, la transformación social…

Me explico con algún ejemplo; las funciones también llegan allí a dónde no llega la cultura, y a veces acaso llega el agua o la luz, hablo del cerro que fue testigo del eco de la voz imponente de la actriz y cantante María Isabel Cuenca del grupo Tablados dentro de un trabajo artístico francamente impecable. Y esto ocurría con un equipo de música prestado por un aspirante a la alcaldía e interesado por la cultura, un par de focos halógenos y la atención y cuidado de algunos «locos» que han apostado allí en la altura por una biblioteca para los niños del cerro. Por supuesto que la aventura luego pasaría factura a voces y atrezos varios.

En todo este contraste actúa también un grupo de niños muy poco entrenados pero con un mensaje fundamental acerca de las basuras, problema de primera línea de estas comunidades que en su mayoría las ven ya como parte del paisaje. Y es ahí en dónde la contradicción ataca; Un festival profesional, al menos en mi cabeza, ha de ser solo para la exhibición de trabajos profesionales, propuestas estéticas, con o sin riesgo pero estéticas, pero…. ¿estas niñas no estarían influyendo más que cualquiera de los trabajos profesionales? ¿Cuál es entonces la función del teatro? Se de buena tinta que muchos de los actores que estaban participando en este festival comenzaron así…

Es inevitable traer a la mente una España en la que, como en el domino van cayendo una a una las compañías, y es inevitable preguntarme si no será una crisis de necesidad y contenido lo que realmente ocurre, como es inevitable sentirme injusta y un poco miserable solo por permitirme la sospecha.

También es inevitable ver un peligro inminente de utilizar ese romanticismo y compromiso social como disfraz o pretexto para no reconocer la responsabilidad estética del creador y como no, la dignidad como ser humano que respeta y hace respetar su trabajo.

¿Por dónde andará el punto de equilibrio?

A lo mejor, en el 2014 lo podamos ver gracias a los ojos que ha puesto Iberescena en el FITEA.


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