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Escenas do Cambio 22 y la performance en Galicia

Siempre he estimado los pocos espacios que nos quedan para descubrir algo que me sorprenda. No se trata de rendirle pleitesía al mito modernista de la originalidad. Todo está inventado. O quizás no. Quizás no todo esté inventado. O quizás todo esté aquí y solo haga falta descubrirlo. Santiago Ramón y Cajal no inventó las neuronas. Ya estaban ahí ellas y sus sinapsis, solo hacía falta descubrirlas. Hans-Thies Lehmann no inventó las teatralidades posdramáticas, ya estaban en los rituales dionisíacos y, antes de ellos, en todo lo que antecedió al drama, solo hacía falta salir de la doxa, abrir el ángulo, observar, analizar.

Cuando sales de los escenarios frontales de los teatros a la italiana y de la convención realista de la cuarta pared, la sorpresa puede estar más allá del qué (de la historia y los personajes) y pasar a la propia concepción del juego teatral y de su relación con la recepción. En este sentido, los espacios no convencionales pueden resultar un punto de partida o una condición que desafíe el cómo y, en consecuencia, el qué.

La Cidade da Cultura de Galicia, sus interiores ciclópeos, sus túneles, pasillos y otros lugares desbordados y sus exteriores dinosaurios, es, sin duda, un desafío para las artes de la acción. El festival Escenas do Cambio, en la octava edición de 2022, ha demostrado que la creación contemporánea se escribe en femenino y que es capaz de generar propuestas tanto o más desafiantes y bellas que el propio entorno diseñado por Peter Eisenman. Para ello, el propio festival, encargó piezas que hiciesen de los diferentes espacios arquitectónico-escultóricos un lugar de residencia y creación artística en lo escénico. Velahí el Hoax Hamlet, con el que se despide la Cía. gallega Voadora (2007-2022), en un desfile colorista con figurines de obras de su repertorio. Ese día, el 5 de mayo, no pude asistir y, por tanto, no puedo contar más que la impresión causada por las imágenes que he podido ver.

El 6 de mayo se estrenaron dos performances site specific. La primera fue en los exteriores de la Cidade da Cultura, aprovechando la ambigüedad de la pared-tejado de una de las lomas del edificio y su matemático trazado de piedras. (Raíz de dos) de Nieves Correa Abel Loureda, de Castilla y León, fue una silente performance-cálculo, movida por esa raíz cuadrada de dos. Pasos y líneas en torno a una diagonal trazada en el suelo con una cinta adhesiva. Una propuesta de alta abstracción en el cómputo y repetición de pasos, con alguna pequeña sorpresa naif para des-automatizar las cuentas, como un plástico que sale de debajo de una camiseta y vuela, o unas bolitas lanzadas al suelo.

Otro estreno fue el de MU-Danza. Unha muller que camiña (MU-Danza. Una mujer que camina) de la viguesa Mercé de Rande, dentro del Programa de Residencias Artísticas del Gaiás – REGA 2022.

Proveniente de la danza contemporánea, Mercé de Rande es una de las artistas multidisciplanares gallegas con una carrera más heterodoxa, desde su trabajo como bailarina en la primera compañía profesional de danza contemporánea de Galicia, Dobre Xiro, en Laradas (1997), pasando por su formación en el Forum Dança de Lisboa, en los Centros Coreográficos de Toulouse y Montpellier, los años en Suiza, su estancia en Nueva York o sus trabajos internacionales en Egipto, entre otros lugares y proyectos de lo más diverso. De Rande llega a la performance desde la danza contemporánea para hacer interaccionar su trabajo como dibujante-ilustradora, su gusto por capturar imágenes, tanto en fotografía como en vídeo, y también por escribir.

MU-Danza. Unha muller que camiña utiliza un espacio museográfico para abrirlo a lo coreográfico desde el concepto de mudanza y del caminar vital. Las cajas blancas, que sirven para construir y modificar espacios, para evocar las muchas mudanzas y cambios de la mujer viajera, son también pantalla de proyección de vídeos que mezclan dibujos de ciudades y secuencias cinematográficas de sus pies en la arena. Mercé posee la capacidad para mezclar lo conceptual con el pensamiento, el movimiento, la imagen, lo lúdico-teatral, y removerlo todo en una especie de marmita con un halo esotérico.

El caminar como mudanza personal. Cambiar y crecer. Las mudanzas de casa, de ciudad, de país. Pero también la condición y los condicionantes de ser mujer. Mujer de carácter, de fuerte personalidad. El caminar como (re)encuentro, en la naturaleza, en lo cósmico, en lo ancestral. La conexión con la raíz y con lo arcaico.

En el elástico campo de la performance también pudimos disfrutar con cinco dramaturgias escénicas breves site specific, de cinco creadoras de Galicia, bajo el título común de Escenas (con)textualizadas, el 7 de mayo. Helena Varela, Helen Bertels, Ana Vallés, Gena Baamonde y Ana Abad de Larriva nos propusieron una especie de trayecto por textualidades y concepciones teatrales y del mundo muy diversas, pero que tenían en común una perspectiva crítica, reflexiva y poética.

Murmurios cuánticos (Murmullos cuánticos) de Helena Varela, en una pequeña antesala blanca, aborda con humor el embarazo de la madre y la relación tierna y desgarrada de la hija. Acariciando el vientre hinchado, le cuenta a su progenitora ausente, que murió en el parto, lo que no le pudo contar. Helena se desdobla cuando se quita la barriga abultada y los pechos y se tumba, acurrucada, a su lado. También se desdobla cuando la vemos desde arriba, proyectada en las dos puertas blancas del fondo.

Las puertas que atravesaremos para entrar en SEX de Helen Bertels. La mujer sola que reflexiona sobre la desnudez que implica abrirse al otro. La necesidad del otro. Y cómo puede aumentar la soledad, tanto como la plenitud. Desnudez integral, zapatos de tacón, el cuerpo tras el cristal de una ventana interior, la imagen proyectada de las piernas desnudas tumbadas en un sofá o en una cama. La voz en off en alemán y la voz en vivo y en directo en gallego, desdoblamientos y parejas, acciones y ecos, erotismo y arte.

A los claros de los bosques no se va a preguntar es un texto de María Zambrano en el que poesía y filosofía se tocan y danzan. Ana Vallés, acompañada por la coreógrafa y bailarina Nuria Sotelo, hacen de un amplio habitáculo deshabitado y oscuro un claro teatral. En la penumbra y la oscuridad escuchamos más de lo que vemos a la Vallés decirnos, dulce y contundentemente, el texto. Nuestros sentidos se agudizan ante la alerta de la oscuridad, se abre nuestra recepción. De una especie de armarios bajos, como los de una cocina, de sus puertas, salen haces de luz que se enredan en el movimiento de la Sotelo, para ampliarse. De modo semejante también se amplía nuestra percepción ante la interpelación que nos hacen las palabras respecto a la iluminación, a buscar los claros de los bosques.

Ser tomada por granito (con Ursula K. Le Guin) de Gena Baamonde, acompañada de la coreógrafa y bailarina Andrea Quintana, utiliza el desnivel que proporcionan unas escaleras que descienden hacia unas puertas que dan al exterior. Al bajar por esas escaleras los cuerpos van desapareciendo gradualmente de nuestra visión y al subir van apareciendo. Ante el micrófono Gena nos habla de la dureza, de la fortaleza, del llanto como fingimiento, de la necesidad de aparentar, de las mujeres que deben ser fuertes, de las cabezas cuadriculadas y graníticas. Con Andrea nos muestran un repertorio de simulacros de caídas, que nos trasladan la metáfora de la vulnerabilidad tantas veces abominada y negada.

Sobre o baleiro (Sobre el vacío) de Ana Abad de Larriva. La más joven de las creadoras de este ciclo trae ante nosotras la quemazón y el vacío de la sociedad multitasking e hiperconectada. Esa generación que se incorpora a un mundo laboral en el que para ganar poco hay que trabajar mucho y en malas condiciones. Ese progreso digital y tecnológico que esconde explotación y abuso. También la sobre-estimulación a la que estamos sometidos y todas las necesidades que se nos han ido creando, para una vida más estresada y menos feliz. En la performance conjuga teatro físico, pantomima, con derivaciones de la danza Butho, en un ajetreo paródico y humorístico que puede recordarnos al Charlot de Tiempos modernos. Pero también hay momentos de un cierto lirismo, provocado, en parte, por un tono melancólico en la voz en off y por el simbolismo de las imágenes de vídeo proyectadas en una pantalla apaisada. Igual que apaisado es también el espacio del mostrador de recepción del Museo Centro Gaiás, en ese formato horizontal de reminiscencias orientales.

Otro estreno fue OUTsideINsideOUTside (FueraDentroFuera) de Sara Molina. Una pieza de más de una hora de duración escrita y realizada para el Salón de Convenciones del Edificio CINC de la Cidade da Cultura. Molina idea un texto metatextual y un espectáculo metateatral que nos incluye y que comienza fuera y continúa y acaba dentro. Homenaje a Bertolt Brecht y a Samuel Beckett, cuyos retratos icónicos aparecen estampados en las camisetas del elenco, este OUTsideINsideOUTside es una celebración de lo mestizo, de lo fragmentario, en interpelación directa y cabaretera. Teatro de feria, homenaje a las vanguardias, en el que coexiste el baile flamenco, las acciones disyuntivas, la ficción consciente y la realidad amplificada. Una pieza inacabada que no tiene problema por mostrarnos que está verde, que es mucho texto y que no ha habido tiempo para memorizarlo e incorporarlo. Porque el texto, en muchos casos, se dirige a nosotras, pero la mirada debe seguir las líneas escritas del papel.

Además de estos estrenos de obras “originales” encargadas para dialogar con nosotras en los espacios sui generis de la Cidade da Cultura de Galicia, Escenas do Cambio 22 también se desbordó hacia otros lugares de Compostela y de A Costa da Morte, para programar Grasped by Intuition (Captada por la intuición) de la coreógrafa y bailarina portuguesa Tânia Carvalho en el Salón Teatro del Centro Dramático Galego, el 6 de mayo; Veneficio (de lo cotidiano y cómo remediarlo) del joven gallego Miguel Ponce de León en la Iglesia de la Universidad, el 7 de mayo; Hammaturgia de la Societat Doctor Alonso en el Museo Centro Gaiás, el 7 de mayo; ¿Qué es el agua? de la Compañía La Soledad (Marc Caellas Esteban Feune de Colombi), en el cementerio de Fisterra y en la playa de A Langosteira, el 8 de mayo; Que du bonheur (¿) / Moi, Antonio M. (Solo alegría (¿)/Yo, Antonio M.) de la Compagnie Man Drake/Tomeo Vergés, en el Museo Centro Gaiás, el 8 de mayo; y Waterclose (Cerca del agua) de Teatro La Usina, en la galería subterránea de servicios del Gaiás, el 8 de mayo.

Grasped by Intuition de Tânia Carvalho.

En febrero de 2017 vi y escribí sobre esta suerte de sortilegio danzado. Fue en el GUIdance, en el Centro Cultural Vilaflor de Guimarães.

El día 6 de mayo de 2022 en el Salón Teatro en Compostela volví a experimentar aquella misma fascinación ante esa manera enigmática y absorbente de fluctuar de lo figurativo a lo abstracto en el cuerpo y en el movimiento de Tânia Carvalho. Esas manos y antebrazos, el rostro y el cuello, como únicas superficies visibles en un juego frenético de ser y non ser, de ver y no ver. Un hechizo coreográfico fantástico. ¿Qué es lo que capta la intuición? O estar captada por la intuición.

Veneficio (de lo cotidiano y cómo remediarlo) de Miguel Ponce de León.

Dentro de la deriva de espectáculos-conferencia o clase teatralizada, podría encuadrarse esta disertación sobre estética y teoría de la recepción. Miguel es un joven filósofo, un freak del pensamiento, un Harry Potter… o eso puede parecer. Como él diría, no es él, es mi Miguel, el que yo creo al verlo y después de verlo, el que recuerdo: una historia que nunca fue ni es, pero que, no obstante, es una historia.

Una historia de lenguaje alambicado y con un cierto amaneramiento ritual. Los trucos de magia van puntuando sutilmente esa disertación sobre los procesos de (re)creación artística-estética-vital. Porque el mundo es eso también, una (re)creación artística y estética.

La expectativa se activa por los trucos de magia y por la espera de que el mago use los objetos dispuestos ante el altar barroco de la Iglesia de la Universidad.

Hammaturgia de la Societat Doctor Alonso.

Se centra en el disfrute lúdico y conceptual de la acción en sí misma: un dispositivo escénico que experimenta mudanzas con un sentido determinado. Esa parece la clave. El espacio blanco, texturizado por las mudanzas cromáticas de la luz y por la intervención de cuatro performers, que movilizan plásticos de diferentes colores y tamaños. Nos encontramos en un espacio de plasticidad atractiva y teatral y en un tiempo musicalizado por esas mutaciones espaciales. Estamos dentro y la experiencia es inapelable e irrecusable. No hay drama. Hay teatro porque hay acción y juego y porque captamos un sentido más allá de significados verbalizables. No hay palabras, pero sí que hay verbos. Fantástica propuesta de Tomàs Aragay y Sofía Asencio.

¿Qué es el agua? de la Compañía La Soledad (Marc Caellas Esteban Feune de Colombi) fue una de las propuestas que, por razones ajenas a mi voluntad, no pude ver. Y bien que lo lamento, después de la maravillosa experiencia que fue el paseo inspirado por Robert Walser que nos dieron en la edición anterior de Escenas do Cambio.

Que du bonheur (¿) / Moi, Antonio M. de la Compagnie Man Drake/Tomeo Vergés.

En Moi, Antonio M., Alvaro Morell dibuja un círculo y dentro de él hace girar las posibilidades del ser y el estar. La gestualidad, la mímica facial, los movimientos del cuerpo y algo de maquillaje aplicado en directo, sin esconder nada, configuran modulaciones sobre la identidad y trozos de situaciones entre lo reconocible y la creatividad de la danza.

En Que du bonheur (¿), Sandrine Maisonneuve parece sujeta al automatismo (geo)métrico de un espacio lineal y del pulso de un metrónomo. En ese desfile continuo y frontal ante nosotras va deconstruyendo la pose y la elegancia femeninas, en variaciones coreográficas de un caminar lateral incesante. La mirada y la mímica facial, desde el inicio hasta el fin, son la vía de expresión que prepara o acompaña las mutaciones.

Dos solos poblados de múltiples modulaciones e hipótesis del ser y el estar. Un trabajo primoroso entre la danza y el teatro físico. Y esas miradas directas y de enorme enganche con nosotras.

Waterclose de Teatro La Usina.

Espectacular elección del espacio, en la galería de servicios que está por debajo de la Biblioteca Archivo de Galicia. En las entrañas de la Cidade da Cultura, en un espacio alargadísimo, como un túnel, aquella mujer atormentada, vestida de fiesta, sola, vomitando su desesperación. Tres váteres, las copas de cava, los globos azules, el monólogo a la madre y a nosotras… configuran una voz visceral femenina, que delata lo difícil que es la entereza cuando la vida no es una fiesta. Cuando la fiesta se acabó y nos damos cuenta de que, en el fondo, no era la nuestra.

Parece ser que Waterclose recupera la primera pieza de Teatro La Usina (Madrid), de hace veinte años y eso, hoy, se vuelve novedoso y yo diría necesario, porque se sale de la tendencia en boga del teatro documental, la autoficción y las conferencias-espectáculo.

Además de todo lo brevemente descrito, Escenas do Cambio 22 también ofreció un concierto de música experimental, al alba del 8 de mayo, a las 6h30 de la mañana en el campo del monte Gaiás, titulado NIHIL del compositor y artista sonoro vigués Ramón Souto. Yo tampoco pude acudir, pero quiero dejar constancia para completar este relato parcial y también porque nos ayuda a hacernos una idea de esa necesidad de que existan espacios para lo insólito.

A mí me cuesta pensar en artes escénicas, en artes vivas, sin considerar la necesidad de espacios que nos permitan sorprendernos. Para eso hay que escapar de las estandarizaciones, de las modas, de los formatos y convenciones ya asimiladas y confortables. Hay que escapar incluso del poder que nos otorgan los nombres de prestigio, que tan bien quedan en los carteles, y de eso que denominamos citas o argumentos de autoridad.

P.S. – Otros artículos relacionados:

“El cambio a escena”. Publicado el 27 de febrero de 2015.

“Memoria y cambio en escena”. Publicado el 10 de marzo de 2015.

“Tradición y Escenas del cambio”. Publicado el 27 de febrero de 2016.

“Escenas do cambio 17 adelantando primaveras”. Publicado el 4 de marzo de 2017.

“Israel Galván baila un libro. La verdad escénica del baile flamenco y sus prodigios”. Publicado el 9 de junio de 2018.

“Escenas do Cambio 21. Útero Teatro. Matarile. Marc Caellas & Feune de Colombi”. Publicado el 30 de mayo de 2021.

“Escenas do Cambio 21. Teatro Praga. Escenas en Danza. Sleepwalk Collective & Christopher Brett Bailey”. Publicado el 5 de junio de 2021.

“GUIdance 17. Tânia Carvalho. Captado pela intuição”. Publicado el 31 de marzo de 2017.

“Saudade y cosmogonía misteriosa en la danza de Tânia Carvalho con la CNB”. Publicado el 12 de marzo de 2018.


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