Estrenada en el Festival de Málaga, llega ahora al Teatro Quique San Francisco de Madrid
Nando López, autor de la novela ‘La edad de la ira’ estrena en el Teatro Quique San Francisco ‘Esta sí tenemos que bailarla‘, como primera parada de este montaje en Madrid tras su estreno absoluto en el Festival de Teatro de Málaga. Esta obra supone su regreso a las tablas tras un año volcado en su faceta de novelista y guionista de televisión. Es, además, el estreno de su nueva compañía teatral, Todo al Tres, junto a la actriz y directora de producción Rocío Vidal y la actriz, directora y formadora en artes escénicas Eva Egido, ambas protagonistas del estreno. Fran Perea participa como coproductor de esta obra de la mano de Feelgood Teatro y como autor de la canción original que se podrá descubrir en la representación. Las representaciones serán del 17 de febrero al 18 de marzo.
Dos cuarentañeras se escapan de la fiesta de su promoción del instituto. Huyendo de la nostalgia, comparten un taxi en el arranque de un viaje de bar en bar en el que reivindican su derecho a rendirse, a equivocarse, a rebelarse y, en definitiva, a ser quiénes son más allá de todos los límites que encuentran. Este es un escueto resumen de ‘Esta sí tenemos que bailarla’.
Como explica Vidal, “esta obra nace de un taller con sus actrices, directora y autor. Se trata de un texto vivo cuyo origen es un proceso igualmente vivo, en el que se ha escrito a pie de escena y donde se ha buscado la verdad a través de las vivencias, emociones y experiencias del equipo”.
En palabras de su autor, “es una función en la que se habla de temas tan universales como la felicidad, la búsqueda de sentido a nuestras vidas o las crisis que traen consigo la madurez, el cuidado o el paso del tiempo”. “Las protagonistas entablan un combate entre la realidad que viven y las expectativas creadas en torno a temas como la pareja, la maternidad, el trabajo, el sexo o la capacidad de decidir sobre nuestra vida y nuestra muerte”, subraya Nando López.
Es una “comedia que celebra la amistad, la sororidad y el derecho a ser tan imperfectos como sus protagonistas”, añade. “El humor en la función nace de los mecanismos de supervivencia de sus protagonistas: las dos buscan en ese humor el modo de seguir adelante, a pesar de que se abordan temas tan duros como la eutanasia o la insatisfacción personal y profesional y sus consecuencias en nuestra salud mental”.
Egido, por su parte, subraya el “ritmo cinematográfico del montaje, que se ve potenciado por las referencias cinéfilas que lo pueblan y que constituyen también un mapa de memorias compartido con el público”. Además, destaca que es “una obra llena de preguntas que nos interpelan pero que no pretende ofrecernos respuestas, sino que persigue que nos riamos de nuestras propias miserias y que nos animemos, como sus protagonistas, a bailar la canción que queramos bailar”.
La producción corre a cargo de Acciones Imaginarias, Feelgood Teatro (Feelgood, La Estupidez) y Todo al Tres Producciones.
