‘Estación Seca’ de Atakedona se estrena en la Sala Pradillo
La compañía de danza Atakedona se estrena con ‘Estación Seca’, un montaje sobre «las carencias, los deseos y las necesidades» humanas. El montaje, dirigido por el coreógrafo Daniel Doña se representará entre los próximos 24 y 27 de agosto en la Sala Pradillo de Madrid. Claudia Faci, Olga Pericet, Ana Salazar y el propio Doña pondrán sobre el escenario «dos historias de mujeres contadas por un hombre». En declaraciones a Europa Press, Daniel Doña y el resto de las intérpretes de ‘Estación Seca’, Claudia Faci, Olga Pericet y Ana Salazar explicaron el significado de este montaje, que según confirmó el director significa: «El ataque de las mujeres».
«El personaje de Claudia Faci habla sobre todo del diálogo que tiene esa madre con su bebé, un diálogo diferente y espiritual», aseguró. El principal matiz «es su carencia de ser madre, su intención de no sentirse seca y de buscar una respuesta a eso», indicó, añadiendo: «El diálogo se convierte en un fruto maduro porque encuentra respuestas a esto».
En el caso de Olga Pericet, el tema principal es «el deseo, la búsqueda y el encuentro» de la satisfacción. El personaje de la cantante Ana Salazar, que sacará a la luz su próximo disco a principios del año que viene, es «el público», según señaló Doña. «Ella se atreve a invadir el espacio de los bailarines, tiene algo que decir e incita a que cada uno entienda que la estación seca de cada uno de nosotros es el día a día, nuestras carencias, deseos o necesidades», declaró.
La compañía surgió cuando Daniel vio posible unir dos historias sobre mujeres a las que estaba dando vueltas desde hace unos cuatro años. «Eran dos coreografías completamente diferentes que la coreógrafa Laura Kumin me ofreció desarrollar». Además, el coreógrafo y director de escena aseguró: «El movimiento de la mujer me aporta mucho más que el de un hombre porque es mucho más camaleónica y más sorprendente y generosa».
En cuanto al reparto, «yo he querido contar con estas tres mujeres por su forma de ser, por lo que me transmiten y por el día a día que he tenido con ellas», aclaró. «Claudia era lo suficientemente madura para afrontar su personaje; Con Olga cuento porque se ofrece a hacerlo todo; y Ana Salazar, que es muy fuerte, sorprende y disfruta del momento transmitiéndolo con su cante que es un susurro muy sutil». Según Pericet, se trata de una «danza más conceptual que da amplia libertad más que de movimiento, de sensaciones y en la relación con los demás».
Los elementos de la escenografía (dos cilindros de metacrilato, dos banquetas giratorias, una pantalla donde se proyectará un video y algunas sorpresas que prefiere reservarse) «están unidos a la coreografía y en ningún momento hay objetos o decoración innecesaria». En cuanto al panorama de danza actualmente en España, los cuatro artistas aseguraron que sobreviven, pero afirmaron que «hay pocas oportunidades, pocos teatros donde bailar y pocos programadores que contraten a gente con escaso poder mediático».