Sintiendo tiempos de verano, aparecen las pilas festivaleras de escenario. Pilas de larga duración. Energía asegurada. Hay ganas de conciertos, teatro, danza, circo, cine y demás aventuras culturales, porque no sólo de playa y Sol vive el hombre.
Entre los profesionales del sector se manejan conversaciones sobre los estrenos del más que iniciado 2024, y también se habla ya de las nuevas temporadas programadas de otoño. Y parece que el verano es paréntesis de no sé qué tipo. Como si estuviera rezagado, o reservado a ligerezas teatrales. Mentira.
Profesional o público en general, o de hecho todo a la vez: ¡estás a tiempo!
Estás a tiempo de disfrutar de las obras que se estrenaron en primavera (además claro, de los estrenos en verano) y que ahora giran por geografías varias. Y sus intérpretes tienen ahora esa obra en su piel (diferente que el día del estreno), de manera más que nunca biológica, porque es necesario que cada nota, coreografía y texto sean digeridos en el escenario para que en platea se vivan desde otra dimensión. No es gratis la juventud de lo recién aprendido, se ha de pagar un ímpetu que a veces pasa por alto la verdad de cada montaje. Una verdad que sólo aparece cuando el espectáculo se vive y revive muchas veces. Esa es la magia del escenario. Y que la magia del cine intentar captar con su largo proceso. Pero el escenario… ay, ¡el escenario!
Deja que el verano te inunde de magia en directo. Estás a tiempo de ver esas obras que se estrenaron hace un mes o hace un año o dos. Que ahí es donde falla el mercado, queriendo tanta novedad y no rescatando programaciones necesarias donde grandes obras han de ser arrinconadas por las propias compañías. Pero aún estás a tiempo. Si te defines como profesional del sector, déjate sorprender por aquella pieza que ya viste en su estreno; te gustara en su momento o no: repite. Si te defines como simple público, déjate llevar por lo que te apetece y no por lo que “se ha de ver”; bueno… ver lo aconsejable y comprobar si te gusta ¡tampoco está mal!; pero déjate llevar, que de eso se trata en el arte. Si pasas de auto etiquetas, valoraciones y críticas, adelante porque podrás vivir esa alegría y tristeza y emociones infinitas que se viven en el escenario. Es un gran regalo que te mereces.
Ahh, sea verano o cuando sea: ¡estás a tiempo!¡¡Vale la pena!!
