La compañía Teatre Nu estrena en el Teatre Tantarantana la obra escrita y dirigida por Víctor Borràs
La compañía Teatre Nu estrena el próximo 13 de septiembre en el Teatro Tantarantana de Barcelona su última obra ‘Estimadíssims Malvats‘, un trabajo que pone de manifiesto la crueldad de las canciones tradicionales y de las historias que cuentan. El espectáculo nos confronta con tragedias que nos han llegado a través de canciones populares y que se han acabado convirtiendo en algo festivo de manera inconsciente. La obra explora cómo la banalización del mal ha influido en la construcción de nuestra sociedad.
El espectáculo está protagonizado por el actor Jordi Vidal y la compositora Laia Vallès, que firma el espacio sonoro y los arreglos. Después del éxito de ‘Guillermotta‘, Vidal se enfrenta con el reto de interpretar una historia íntima y sobrecogedora que nos hunde en sus orígenes familiares y conduce el público a una profunda reflexión sobre cómo la frivolización del mal ha construido algunos de los pilares de nuestra sociedad. Los hechos dolorosos y los personajes malvados han pasado de ser tragedia a alegría cuando se han convertido en canción, transformando el mal en una fiesta.
El espectáculo explica con detalle y crudeza las historias que se esconden detrás de canciones que todo el mundo conoce. Laia Vallès pasa los temas populares por su filtro personal muy influenciado tanto por la tradición como por la música electrónica. La obra también cuenta con una escenografía de Llorenç Corbella, que llena el espacio escénico de cuerdas que enjaulan los protagonistas.
Víctor Borràs, autor y director de la obra, explica que «vivimos rodeados de historias y canciones que tienen un origen doloroso. Desde siempre me ha llamado la atención cómo cantamos con alegría hechos absolutamente traumáticos y he querido plantear sobre el escenario los interrogantes que se me presentan». Borràs añade que «la vida del malvado revive y la gente lo recuerda y lo canta. De las víctimas, sin embargo, poco sabemos, como mucho las recordamos por su final. ¿Y del bien? ¿Quién se acuerda?»
