Estreno de ‘El hombre venido de ninguna parte’ de la Compañía La Gran Reyneta
Tras una primera presentación el 8 de diciembre, los días 13 y 14 se podrá conocer el último trabajo de la Compañía La Gran Reyneta ‘El hombre venido de ninguna parte’. La cita, en la explanada de la Ilustre Municipalidad de Lo Prado, Santiago de Chile.
Coproducido por Fundación Teatro a Mil y el Centro Cultural de Lo Prado, el montaje se presentará en la versión 2014 del Festival Santiago a Mil, la obra cuenta la mágica y poética historia de un hombre que tiene la posibilidad de viajar a través del tiempo, y que emprenderá una aventura en la búsqueda de la verdad acerca del mundo que lo rodea y de su propio origen. Es así como se encontrará cara a cara con la vida y la muerte, descubrirá el amor, y tendrá que enfrentarse a una sociedad que lo agobia y lo persigue, transformando su búsqueda en una solitaria travesía, en la que se encontrará consigo mismo.
Para Mario Soto, director de puesta en escena del montaje, todas las etapas a las que se verá enfrentado el protagonista van a poder reflejar distintas experiencias del público, que se podrá o no sentir identificado, según sus propias vivencias. «Todos tenemos una relación con amigos y familiares, sea buena o no, lo mismo con el amor, el espacio y la gente con la que te topas por la vida. El recorrido de esta fábula es uno con el que todos podrán identificarse de distinta manera. Cada capa la descubrirá cada quien, y eso es bonito, ya que será el público el que finalmente tendrá un aprendizaje».
En El hombre venido de ninguna parte, el público podrá ser testigo de un espectáculo callejero que contará con efectos especiales que ambientarán cada uno de los pasos del protagonista, quien además estará acompañado de una mano y un huevo gigante, construidos con fierro y fibra de vidrio.
«Tenemos muchas ganas de mostrar y demostrar la participación de las máquinas y los efectos especiales en el teatro. A los niños les va a encantar. Siempre pensamos en ellos y por eso lo construimos pensando en cómo les gustaría al público», explica Luis Catalán, uno de los fundadores de la Gran Reyneta. «La idea también es dar a conocer este lenguaje que aprendimos con el Royal De Luxe, que siempre ha mezclado lo técnico con la poesía teatral».