La compañia de teatro La Pajarita de Papel estrenará el próximo día 12 de Abril, ‘La danza de la muerte’ de August Strindberg, en la sala madriñena La Puerta Estrecha, con adapatación y dirección de Rodolfo Cortizo. Las funciones serán de viernes a sánado hasta el 30 de junio.
En La Danza de la Muerte, Strindberg nos muestra a dos personas marginadas, que viven aisladas en una isla y al margen de la población.
Un matrimonio burgués de dos fracasados: él, un militar dejado de lado en los ascensos, y ella, que ha abandonado una carrera teatral, probablemente muy mediocre. Tras años de vida en común, no tienen ya nada que decirse; están muertos en esa casa que más parece una cárcel o un panteón. Llega de visita un tercer personaje y su presencia es recibida como una bendición del cielo. Hay posibilidades de conversación; esposa y esposo encuentran en él un interlocutor para confiarle el infierno en que viven. Este infierno arrastra a la visita, que se ve envuelta contra su voluntad en aquel remolino de miserias. Y para no sucumbir, huye. La vida en esa casa, como forma simbólica de los juegos de la imaginación, seguirá su curso, ya sólo viviendo en apariencia, parasitariamente.
En La Danza de la Muerte las cosas se enmohecen en presencia de los permanentes testigos domésticos de las culpas, engaños y rencores aparentemente olvidados. ¿Qué mejores testigos que los muebles, objetos inertes a quienes el paso del tiempo va envejeciendo y cubriendo de polvo? ¿Y cuál es la habitación, la cámara secreta de la que depende y se obtiene el alimento? La cocina. Toda la casa no es realidad sino que parece una gran cocina, porque en toda la casa se preparan las intrigas, se cuecen los rencores y humean los odios, y en la sórdida despensa se conservan fríos y enranciados los antiguos amores, odios y repulsiones.
El sentido agónico de la existencia –entendiendo la palabra agonía como Unamuno lo hizo, en su significación de lucha– ni termina ni comienza en los personajes de La Danza de la Muerte. Constituye la columna vertebral de toda la obra.
August Strindberg (Estocolmo 1849-1912) Trabajó como maestro y tutor, estudió medicina, trató de ejercer la profesión de actor: todo ello sin resultado. Durante un tiempo trabajó como periodista y como ayudante de bibliotecario, época en la que conoció a Siri von Essen, su primera esposa. Después de la publicación de su fulminante sátira El nuevo reino (1882), las reacciones fueron tan hostiles que Strindberg se vio forzado a salir de Suecia, exiliándose. Con la publicación de Casados (1884–1886), en su país se multiplicaron los escándalos, fue acusado de blasfemia y absuelto; pero esa experiencia agravó cada vez más su inestabilidad mental. Se divorció en 1891 y se trasladó a Berlín, donde se embarcó en un breve matrimonio con Frida Uhl. Tuvieron una hija; pero pronto se separaron y Strindberg se marchó a París, período de su vida en que lo atormentaban enemigos invisibles y alucinaciones, sin impedir su interés por las ciencias naturales y la alquimia. Después de la crisis de Infierno (1898), Strindberg logró entrar en un estado de ánimo más apacible y regresó a Suecia. Contrajo matrimonio con la actriz Harriet Bosse, unión que duró hasta 1902. En 1907, Strindberg creó el Teatro Íntimo en Estocolmo. Se divorció en 1891 y se trasladó a Berlín, donde se embarcó en un breve matrimonio con Frida Uhl. Tuvieron una hija; pero pronto se separaron y Strindberg se marchó a París, período de su vida en que lo atormentaban enemigos invisibles y alucinaciones, sin impedir su interés por las ciencias naturales y la alquimia. Después de la crisis de Infierno (1898), Strindberg logró entrar en un estado de ánimo más apacible y regresó a Suecia. Contrajo matrimonio con la actriz Harriet Bosse, unión que duró hasta 1902. En 1907, Strindberg creó el Teatro Íntimo en Estocolmo.
Strindberg es conocido principalmente como dramaturgo, y sus dramas han influido a autores tan diversos como Beckett, Ionesco, Kafka, Eugene O’Neill e Ingmar Bergman. También escribió poesía, artículos periodísticos y ensayos científicos e infinidad de cartas, además de incursionar en la pintura y en la fotografía. Entre sus obras teatrales más importantes encontramos El Sueño, La Sonata de los Espectros, El Camino de Damasco, La Señorita Julia y La Danza de la Muerte. Murió en 1912 en su casa de Estocolmo.
Dramaturgia y Dirección
Rodolfo Cortizo
Intérpretación
Nicolás Fryd, Victoria Peinado Vergara, Paco Gámez y Violeta Jara
Música
Johan Halvorsen
Escenografía,
Vestuario y Atrezo
La Puerta Estrecha
Diseño de Iluminación y Sonido Rodolfo Cortizo y Nicolás Fryd
Diseño Gráfico y Fotografía José Gonçalo Pais
Producción
Peldepa S.L.L.
