‘La soledad del paseador de perros’ se presenta el 14 de abril en la Sala Cuarta Pared de Madrid, y estará en cartel hasta el día 23 de abril. El proyecto, dirigido por María Velasco y Guillermo Heras, es una propuesta teatral de enorme carga ética y estética, pensada no para meros consumidores sino para ciudadanos críticos.
‘La soledad del paseador de perros’ propone el descubrimiento de una nueva educación sentimental. María Velasco (Günter, Líbrate de las cosas hermosas que te deseo) empieza este proyecto en el taller de escritura escénica «Fragmentos de la Catástrofe», impartido por Guillermo Heras (Premio Nacional de Teatro 1994). El boceto, tras su paso por el espacio de creación Panorama Sur de Buenos Aires y un proceso de investigación ajeno a los imperativos de las producciones «al uso», se desarrolla finalmente como una pieza orgánica y carnal cuya puesta en escena explora las metáforas que surgen del texto a través de otras disciplinas artísticas como la acción, la danza, la música y, especialmente, la plástica gracias al apoyo de la Juan Gallery de Madrid.
‘La soledad del paseador de perros’ propone romper los estereotipos y moralismos que siguen influenciando nuestras vidas, tanto en las relaciones sentimentales como en las ideas que tenemos respecto al feminismo o al animalismo. Una propuesta teatral de enorme carga ética y estética que plantea un discurso artístico no para meros consumidores, sino para ciudadanos críticos. ‘La soledad del paseador de perros’ es un viaje interior, una reflexión sobre la educación sentimental, un diario dramático que documenta la crisis emocional de una mujer pero que no sólo interesa a la mujer porque como María dice: «quizá es hora de comenzar a dividir a las personas no por sus órganos genitales, sino por lo que hay en su cabeza».
Lo personal es político
María Velasco plantea en su nueva obra que lo personal es político. Algo que parece pertenecer a la más estricta privacidad, situado en un escenario se expande en ondas concéntricas hasta alcanzar la órbita de lo social. Guillermo Heras ha recogido el testigo y afirma: «¿Hay algo más político que nuestros propios fantasmas? Nuestros miedos, soledades, escrúpulos, crueldades, fantasías o negaciones pueden saltar a lo que la gente entiende por política y, en muchos casos crean la desigualdad, la xenofobia, el machismo, el racismo, la violencia cotidiana, hasta el mismo ´terrorismo de Estado’. No puedo aceptar a estas alturas que pueda haber transformación social sin transformación personal y de los entornos cercanos donde vivimos».
