El clásico de Calderón de la Barca La vida es sueño llega mañana, jueves 16 de marzo, al Centro Cultural de la Villa de Madrid (Jardines del Descubrimiento, s/n). El productor, director teatral y actor Gabriel Garbisu presenta un novedoso montaje en el que se aborda una nueva versión de este clásico del siglo XVII, adaptado a los tiempos modernos. La metáfora de la Libertad del hombre es el tema de trasfondo que aborda Calderón en este clásico. La obra permanecerá en cartel hasta el próximo 2 de abril. El montaje hace hincapié, tanto en la interpretación y la escenografía, como en la iluminación y el vestuario, en una serie de imágenes que conectan con el sentido que tiene para el hombre de hoy en día la palabra Libertad. Inevitablemente, en íntima relación con el gran tema de la Libertad, aparecen la ambición, el poder, la justicia, la educación, el nacimiento, la muerte… En una profunda reflexión acerca de todos ellos, Calderón nos plantea la finísima línea de separación entre realidad y ficción, vida y sueño (con sus distintos significados), cuya observación debe llevar al hombre, superada una primer etapa de confusión, a decidir cuál debe ser su postura, su actitud ante sí mismo y ante los demás, ante el mundo que nos rodea y, en definitiva, ante la vida.
La compañía creada por Gabriel Garbisu, PRODUCCIONES AMARA, comenzó su andadura con El astrólogo fingido, de Calderón de la Barca, en 2004. La vida es sueño, su segunda andadura, fue estrenada en junio de 2005. Garbisu emprende con esta productora la quijotesca labor de producir teatro clásico en los tiempos que corren, adaptando las obras a versiones actuales más acordes con los temas de interés de hoy en día. El montaje de Garbisu con La vida es sueño tiene prevista una gira en 2006 que incluirá las ciudades de Lugo, León, Ponferrada, Soria y Salamanca, entre otras.
EL ARGUMENTO
Segismundo, príncipe de Polonia, vive preso en un castillo, sin tratar con los hombres, excepto con Clotaldo, su ayo. A tal situación le ha llevado su padre, el rey Basilio, para evitar que se cumplieran los augurios que pronosticaban que el padre sería humillado por el hijo. El rey, para probar a Segismundo, lo lleva a la corte, después de haberle dado un narcótico; al despertar, el príncipe se encuentra en un suntuoso palacio y, superado por la situación, se encoleriza por la menor contrariedad arrojando por un balcón a un cortesano y tratando de atropellar a Rosaura, primera mujer que ve.
Basilio confirma así lo inconveniente de que Segismundo pueda reinar y lo acertado de su primera decisión de haberle encerrado nada más nacer. Lo narcotiza otra vez y lo devuelve a la prisión, haciéndole creer que las escenas pasadas fueron sólo un sueño. El pueblo se subleva a favor de Segismundo a quien considera legítimo heredero del trono; éste vence a su padre, que se ve humillado a sus pies, confirmándose los hados.
