Estreno de ‘El largo viaje del día hacia la noche’ de Eugene O´Neill con Vicky Peña y Mario Gas
El 4 de septiembre se estrena en el Teatro Marquina de Madrid El largo viaje del día hacia la noche de Eugene O´Neill en versión de Borja Ortiz de Gondra y bajo la dirección de Juan José Afonso con dos grandes de la escena en los papeles protagonistas, Mario Gas y Vicky Peña, acompañados por jóvenes veteranos con larga experiencia como Juan Díaz, Alberto Iglesias y Mamen Camacho.
Los cinco intérpretes pondrán ante el público la historia de la familia Tyrone «que es un trasunto apenas velado de la propia familia de O´Neill, parece ser un caso especialmente agudo de padres e hijos incapaces de encontrar la manera de vivir juntos, pero igualmente imposibilitados para abandonarse» explica Ortiz de Gondra, encargado de esta versión «absolutamente fiel a la trama y con las mínimas libertades que exige un espectáculo hoy» tal y como afirma el director de la propuesta, Juan José Afonso.
Y es que el equipo artístico se enfrenta a este clásico «tratando de ser fieles al espíritu del autor, a la esencia de su obra» apunta Afonso, quien recuerda una frase del dramaturgo norteamericano «la mirada piadosa, comprensiva y salvadora sobre cada uno de los personajes, tratando de no tomar partido y de defenderlos con la mirada atormentada y bañada de antiguo dolor, lágrimas y sangre», frase con la que definió O´Neill su estado de ánimo al escribir la obra. «Deseamos potenciar esa palabra tan cuidada por O’Neill gracias a un trabajo esencial con los actores; todo el montaje girará en torno a un trabajo con ellos para que, desde la sencillez y la humildad, con su trabajo desnudo, construyan el mundo de esa familia que son todas las familias. Deseamos contar esta historia porque creemos que nadie como O’Neill ha sabido relatarnos a partir de su mundo más íntimo y personal los grandes enigmas del ser humano y su relación con el mundo. Partiendo de un reencuentro familiar y en el transcurso de un anodino día de verano hasta la caída de la noche, O’Neill nos termina enfrentando a grandes retos de nuestra existencia. Y eso es lo que hace de esta obra un clásico universal» aclara Afonso.
Según va avanzando la obra, «el espectador comprende, entre la fascinación y el horror, que los seres humanos que palpitan enfrente de él se parecen demasiado a nuestros propios hogares. ¿Quién no reconocerá en una réplica, en un gesto, en un silencio de los Tyrone algo vivido en su propia carne, en algún momento de su vida familiar? Porque esa es la grandeza que hace de este texto un clásico: nos tiende un espejo para decirnos que nadie está a salvo, que bajo cualquier apariencia de armonía familiar siempre laten demonios que terminan por salir» aclara Ortiz de Gondra.
El microcosmos que emana esta obra queda en manos de los intérpretes de la misma, Mario Gas y Vicky Peña como el señor y la señora Tyrone, Alberto Iglesias y Juan Díaz como los hijos de ambos y Mamen Camacho en el papel de la criada. Reunidos todos ellos en la casa que junto al mar tiene el matrimonio en una plácida jornada de verano de 1912, a lo largo del día y mientras cae la noche se irá desarrollando un combate descarnado en el que saldrán a la luz todos los demonios de la familia.