El próximo día 8 de septiembre se estrenaá en el Teatro Maravillas de Madrid, la tragicomedia escrita por Yolanda Gracía Serrano, ‘Dónde pongo la cabeza’ dirigida por Tamzin Toiwnsend, en la que los malos tratos aparecen como telón de fondo de la trama. García Serrano explicó hoy la «dificultad» que radica en explicar esta obra que aborda el asunto, desgraciadamente cotidiano, de los malos tratos a las mujeres, un tema que siempre ha «preocupado» a la autora y que «necesitaba contar» para dar su punto de vista.
«Los malos tratos son un tragedia pero esta función no lo es. Dado lo terrible de estas situaciones lo que necesitaba era contar la historia de Eva y Oscar desde el humor, no podía hacerlo desde la seriedad absoluta», confesó. «Desconozco cuál es la solución a este problema pero yo utilizo mis armas como escritora y procuro que la gente digiera este difícil plato. Se trata, a la vez, de que se rían y de que les induzca a reflexionar», apostilló.
‘Dónde pongo la cabeza’ habla sobre una pareja que se necesita y se odia con la misma intensidad. Es una historia donde se comprueba hasta dónde pueden llegar las relaciones de dos seres condenados a estar juntos por decisión propia.
La directora de escena Tamzin Townsend, que en este momento firma tres obras de la cartelera madrileña, se refirió a la «complejidad» que encierra esta función «que te hace reír y sonreír pero que te sitúa en una realidad terrible».
«Cada día en el mundo real muchas mujeres sufren estos abusos pero ésta es una obra de teatro y hemos pretendido que el público lo pase bien y que no se quede indiferente», explicó.
Townsend señaló también que la obra «explora» mucho a los personajes y les da voz propia pero sin «justificar» el comportamiento de Óscar, «un personaje vivo y muy humano a quien no se le perdona lo que hace, pero se le intenta entender».
A este respecto, Yolanda García Serrano matizó que sus personajes «no son lineales» por lo que ha querido contar al público de dónde vienen y quiénes son. «Son personajes más completos de lo que podían haber sido escritos».
María Pujalte elogió la postura de la autora al plantear esta terrible situación «sin juzgar ni valorar» a los protagonistas lo que «provoca fuertes reacciones en el espectador». La actriz explicó que la situación desde la que cada personaje cuenta su tragedia «conduce al absurdo» y esto produce la risa y el impacto en el público.
