Sobre la risa
Obra: Estudio sobre la risa
Autor: Fernando Renjifo
Intérpretes. Rosana Barra, Chicho Campillo, Rafa Muguruza, David Picazo, Marina Wainer
Espacio escénico y vestuario: La República
Iluminación: Miguel Muñoz
Dirección: Fernando Renjifo
Producción: La República compañía de teatro
La Fundición –Deustua- 13-10-02
La risa, y todo aquello que la puede producir, forma parte de un misterio biológico, sicológico, evolutivo, de algo que se presiente como excepcional dentro de todas las especies superiores. Filósofos, poetas, antropólogos, sociólogos y dramaturgos han indagado en esa fuente de placer que parece un bien común que viene espontáneamente provocado por una serie de actuaciones orgánicas y ambientales hasta que se manifiesta en ese lucimiento de dientes que puede anteceder a la propia risa que también tiene una inmensa cantidad de formas e intensidades explosivas.
Sobre todo esto trata este trabajo, pero realizada la investigación teórica, lo difícil es plasmarlo escénicamente sin que resulte una lección magistral o se convierta en un muestrario de maneras de inducir a la misma risa. Es en la traslación de las ideas básicas a su forma teatral donde encontramos hallazgos en la estructura dramática y en la sucesión de escenas que no buscan la simple ilustración, sino que a partir de una intuición, una frase, un concepto se elabora la situación que deberá evocar lo enunciado, pero nunca con una secuenciación obligatoria, sino que desde la fragmentación se va haciendo la cebolla, con sus distintas capas.
Parece que la risa es el monumento a la paradoja, a los polos contrarios enfrentados sin colisión forzada. Y se nos representa algunas posibilidades desde el movimiento, la interpretación muy externa, la que muestra al actor ofreciendo su personaje, con una forma de decir los textos que van arañando en la pátina de didactismo para convertirse en acciones teatrales, algunas muy logradas, otras más transitivas y con algunas lagunas de ritmo que le restan, quizás, efectividad y rotundidad. Buscan la risa cómplice. Y la encuentran.
Carlos GIL
