Factoría Echegaray estrena ‘Mi querida Mori’ de Nacho Albert
Factoría Echegaray estrena ‘Mi querida Mori’, pieza que ambientó el dramaturgo, poeta y director Nacho Albert en el Japón de la Segunda Guerra Mundial en el instante de una de las mayores catástrofes de la humanidad. La obra estará en cartel en el Teatro Echegaray de Málaga del 30 de abril al 12 de mayo.
Sofía Barco interpreta a una geisha ataviada con un esplendoroso kimono y Luis Centeno encarna a un compungido diplomático que recuerda a su esposa fallecida en esta «tragedia moderna» que produce la incubadora municipal y que dirige Paco Bernal. ‘Mi querida Mori’ es, escribe su director, «una pieza plena de vínculos ocultos y subtextos que levantan un edificio poliédrico, un trozo de vida que se deshoja y despliega ante nuestros ojos».
El también dramaturgo cordobés cuenta con el apoyo de Sergio Rubio como ayudante de dirección, la labor del escenógrafo Miguel Ángel Ramos y la música de Miguel Olmedo para dar sustrato al «conflicto soterrado entre la armonía y el deseo, entre el dolor y el olvido» que sobrevuela la trama. Arco Visuales firma el diseño de iluminación de la obra, Nieves Palma es la encargada del atrezzo y Katy Navarro maquilla y peina a Naoko y a Mister Diamond, a los que ha vestido Inmaculada Pardo.
Nacho Albert escribió el guion teatral de ‘Mi querida Mori’ basándose en ‘Sol naciente’, un relato firmado por él y José Lobillo que se incluyó en el libro ‘Calendario de amantes y sombras’, premiado y editado por la Diputación de Cáceres. El texto cuenta la historia de un diplomático británico, Mister Diamond, y una valiente geisha, Naoko, que mantienen un íntimo vínculo de silencio y reprobación. Ambos están condenados a raíz de un juramento pasado a permanecer juntos hasta el final en las horas previas a uno de los más devastadores acontecimientos de toda la historia. En ‘Mi querida Mori’, que se desarrolla en Hiroshima en el día en el que el Enola Gay la sobrevolaba, se entrecruzan los evocadores y descarnados soliloquios de dos seres encontrados, obligados a compartir espacio y tiempo y a honrar la memoria de la difunta Mori.