Gaitzerdi Teatro lleva su ‘Paisaje con argonautas’ a la Universidad de Roma
Kabia-Espacio de investigación de Gaitzerdi Teatro, ha sido invitado por la Universidad de Roma (La Sapienza) a participar con su espectáculo “Paisaje con argonautas” en unas jornadas de investigación teatral sobre “teatro y neurociencia”.
Además del espectáculo, Kabia realizará una demostración de trabajo que explique cómo construimos la partitura de la actriz a partir de la lengua de signos. “Paisaje con argonautas” es la primera puesta en escena de un grupo de investigación que se formó en octubre de 2006 llamado KABIA y que, en la actualidad, forma parte de la estructura de la compañía Gaitzerdi Teatro. Es un elenco joven, con vocación estable que quiere dedicarse a la investigación teatral.
Bajo la denominación de Kabia, Gaitzerdi ha abierto un espacio de investigación dramática con intención de crear una estructura estable dedicada a la investigación teórica y práctica del hecho teatral, la formación constante y la producción paulatina de trabajos de interior, que se inicia con la puesta en escena de Paisaje con argonautas de Heiner Müller. Protagonizado por Juana Lor y dirigido por Borja Ruiz, parten de este breve texto del dramaturgo alemán aprovechándose de la potencia de su planteamiento visual de la palabra «donde una especie de personaje va describiendo los paisajes con los que se va encontrando, todos con la misma constante de destrucción, de putrefacción, de degradación, que al fin y al cabo es la historia del ser humano y su incapacidad para poder recomponer sus propias acciones, una reflexión sobre el progreso ficticio en el que vivimos» y con el afán de replantearlo en escena, «no tanto de representarlo, sino de recrearlo», puntualiza el director.
Uno de los aspectos más innovadores de la puesta en escena es la utilización de la lengua de signos como herramienta dramática, construyendo la acción física, un movimiento coreografiado que acompaña a la palabra a diferentes niveles, es decir, traduciendo lo que dice el texto en unas ocasiones mientras que en otras es una interpretación subtextual o bien una idea nueva. En palabras de Borja Ruiz, «la lengua de signos trabaja dos elementos fundamentales en el teatro, como son el ritmo y el espacio. A primera vista uno puede tener la idea de que son un lenguaje icónico puro, pero está condicionado por esos dos factores. Son como títeres de manos y es desde ahí, desde ese aspecto dramático desde donde parte nuestra investigación, porque el texto de Müller es muy ambiguo». Un tercer pilar sería la música en directo a cargo de Iñigo Olazabal, «no tanto como acompañamiento sino como vehículo con el que articular la historia, con un diálogo -en el sentido oriental- entre actriz y músico», mientras que el espacio escénico se divide en tres partes: el del músico «en un claro efecto de distanciamiento», el del teatro ficticio «donde se desarrolla el texto y se reflejan los diferentes paisajes de la obra que son lumínicos», junto a un tercero «tangencial al anterior, donde la actriz pueda explicar poéticamente eso que ocurre. Es una especie de teatro intermedio, entre el espectador y el texto de Müller, porque éste último puede resultar un jeroglífico hermético. Nos interesaba no trascendentalizar mucho a Müller porque también tiene ese punto cotidiano, salvaje».
Recientemente el director del laboratorio –Borja Ruiz- ha recibido el I PREMIO DE INVESTIGACIÓN ARTEZBLAI por su trabajo “El entrenamiento del actor del S.XX. Un recorrido teórico y práctico por las vanguardias”.