Galanthys Teatro estrena ‘El ignorante y el demente’ de Thomas Bernhardt con dirección de Joaquim Candeias
El 22 de mayo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid se estrena «El ingnorante y el demente» de Thomas Bernhardt, en un montaje de Galanthys Teatro dirigido por Joaquim Candeias y protagonizado por Josep Albert, Antonio Canal, Ana Caleya, Silvia Vivó y Paco Celdrán.
«En esta obra de atroz comicidad, como señala el traductor -Miguel Sáenz-, Bernhard se recrea de manera admirable en dos de sus principales obsesiones: la enfermedad y la música; y lo hace mediante infinitas variaciones en un marco de representación definido por los contrastes grotescos. Así descubrimos el discurso detallado acerca de una autopsia con el sonido de fondo de Die Zauberflöte, o la presencia de un padre ciego y alcoholizado dependiente enfermizamente de su hija, una aclamada cantante de ópera. Con todos estos elementos, este autor, admirador de los buenos intérpretes, ha elaborado una intensa partitura para lucimiento de los actores, con unos personajes que transitan, desde un sórdido existencialismo a una suerte de humor descarnado, que forzará una risa liberadora.»
Dos espacios únicos, el camerino de la Reina de la Noche y un restaurante, se transforman en lugares propicios para una aparente comunicación, entre personajes encerrados cada uno de ellos en la vivencia de una obsesión hasta sus últimas consecuencias. La muerte aparece incidiendo sobre la escena en las coloraturas que ensaya la diva antes de su inmolación simbólica en el escenario. Nos encontramos, sostienen desde la compañía, ante una obertura grotesca donde la metafísica queda diseccionada por una palabra que cual el bisturí del forense extirpa toda pretensión de grandeza y sublimidad. Así el personaje del doctor nos recuerda que “Die Zauberflöte” está concebida como una ópera para muñecos, demandando de los intérpretes una artificiosidad que los aleje de las conductas cotidianas. Precisa indicación escénica que nos brinda el autor para acometer la puesta en escena de esta pieza; Porque al igual que la célebre obra mozartiana, su teatro y el “ignorante y el demente” en particular demandan un tratamiento estilizado que acentúe los rasgos característicos de los personajes, sus anhelos, sus apresiones, hasta llevarlos al paroxismo. Estamos en presencia de una suerte de esperpento centroeuropeo que, recogiendo el expresionismo alemán de entre guerras, y pasando por el nihilismo existencialista de Beckett y las muecas del absurdo de Ionesco, regresa a la elocuencia de una palabra concebida a la vez para hacerse cuerpo y música en un escenario. A tenor de lo expuesto, el montaje de El ignorante y el demente procurará reflejar un espacio de representación no estrictamente descriptivo-realista, así como llevar a cabo un trabajo actoral que concilie la elocuencia e intensidad dramática de la palabra bernhardiana con una expresividad gestual que trascienda los esquemas característicos de la interpretación naturalista.