El Chivato

Ha comenzado el Congreso de las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro de Almería con el homenaje a Andrés Peláez

“Yo no sé de dónde viene tanto reconocimiento porque no me he divertido más en toda vida que en los últimos veinte años como director del Museo”. Así se ha expresado esta mañana el director del Museo Nacional del Teatro de Almagro, Andrés Peláez, al recibir el  homenaje de las XXVI Jornadas de Teatro del Siglo de Oro de Almería durante el acto de apertura del primer Congreso Internacional ‘Dramaturgos y espacios teatrales andaluces de los siglos XVI y XVII’.

La alegría ha sido doble pues no sólo se ha puesto en valor su propio trabajo, sino también la aportación de la institución que capitanea. El homenajeado ha dedicado unas palabras no exentas de humor a su equipo al frente de la institución: “Unas cuarenta personas que tienen trabajo gracias al Museo y que espero que nos sobrepongamos a la crisis porque yo no pienso hacer ningún ERE”. Peláez ha confesado, asimismo, que su dedicación en el cargo le ha dejado la ‘espinita’ de no poder hacer una tesis doctoral, “pero ahí está el Museo para que otros la hagan”.

El acto ha contado con la asistencia de numerosas autoridades, por ejemplo Juan Pedro del Águila, de la Fundación Unicaja (sede principal del Congreso), el presidente de la Diputación Provincial, Juan Carlos Usero, o la delegada de Cultura de la Junta, Yolanda Callejón. Todos ellos han brindado distintos obsequios al homenajeado, como dos placas conmemorativas o un libro. El director de las Jornadas, Antonio Serrano, ha sido el encargado de leer varias cartas de adhesión al homenaje en nombre de distinguidas personalidades del mundo de la cultura. Mientras, se han proyectado distintas fotografías del pasado personal y profesional de Peláez.

En lo que al Congreso se refiere, el catedrático emérito Ángel María García Gómez ha desarrollado la primera de las tres mesas plenarias que acogerá la capital estos días. ‘Los espacios teatrales y su irradiación’ ha sido el tema de su disertación en la que ha analizado la distribución de los lugares de representación del Siglo de Oro y su repercusión sobre la actitud del público ante un determinado montaje. También ha hecho referencia a la evolución del vestuarios en este tiempo y a cómo la censura se ceñía sobre los textos, pero no conseguía alcanzar el movimiento de los actores sobre el escenario. A continuación, Abraham Madroñal y Francisco Domínguez Matito, del CSIC y la Universidad de La Rioja respectivamente, han reflexionado sobre los ‘Disidentes andaluces en el entremés áureo’ y ‘Álvaro Cubillo de Aragón: las musas del enano’.

Cabe recordar que el Congreso cuenta con más de un centenar de inscritos entre expertos, comunicantes y becarios de universidades de dentro y fuera de la geografía nacional, además de los estudiosos, actores y directores que cada año visitan las Jornadas. Las conferencias, coloquios, presentación de publicaciones y recitales se extenderán hasta el sábado por la tarde. El objetivo es rescatar del olvido a numerosos dramaturgos andaluces de teatro clásico y aproximar cómo eran los espacios teatrales del Siglo de Oro en Andalucía.


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