‘Habitaciones’ de Belen Maya clausura Dantzaldia
Con la puesta en escena los días 23 y 24 de noviembre de ‘Habitaciones’ de Belén Maya en la sala La Fundición de Bilbao finaliza la XIV edición de Dantzaldia.
El festival Dantzalida que organiza la sala La Fundición ha contado este año con una programación compuesta por ocho compañías como Laveronal, Aída Gómez, Dantzaz Konpainia o Olivier Dubois clausura su décimo cuarta edición con el espectáculo ‘Habitaciones’ de Belén Maya los días 23 y 24 de noviembre.
«Habitaciones es un paso a dos para bailaora y actor,
una performance para mujer y portátil,
un mapa de la intimidad,
una metáfora del escenario y su doble,
un manual de instrucciones para sobrevivir a la vida cotidiana,
la traducción al escenario del viejo dicho de los argonautas: hacerse preguntas es necesario,
responderlas no lo es.»
Quizá la única patria que nos queda es nuestra habitación. Desde esa primera que tenemos de adolescentes, ésa que nuestras madres se afanan en mantener intactas al paso de los años, y que es como un segundo útero del que un día salimos y nos pasamos el resto de la vida tratando de recuperar o de olvidar; hasta la última, esa habitación de hospital en que un día seguramente moriremos, mientras una máquina deja escapar sus sonidos como una campana posmoderna. Por medio, otras habitaciones: de solteros, de invitados, de hotel, de alquiler, de matrimonio, cuartos oscuros, cuartos de baño, el cuarto de los fantasmas, la habitación de los padres, las habitaciones del pánico, la habitación del hijo…
Habitaciones: pequeños países privados, islas en las que refugiarse o de las que huir.
Así, con habitaciones, nuestra memoria amuebla el pasado y lo reinventa, lo distribuye hasta construir la casa de lo que fuimos. Y eso hace Belén Maya en este espectáculo: regalarnos habitaciones de su baile y de su vida, mezclando memoria y deseo, inventando quizá la casa de la que mañana será. La acompañan el silencio, imágenes y sonidos de su memoria, la música que se cuela por los tabiques, las palabras, las cosas, los vestidos y un hombre (actor, incansable escuchador de flamenco, escritor de brocha gorda) sospechosamente parecido a su marido en lo que llamamos la vida real, o sea, a mí. David Montero
Después de Bailes alegres para personas tristes y TR3S, Belén decide pisar terrenos inéditos y se embarca en un trabajo que indaga en el personaje bailaora y trata de enseñarnos la persona que lo sostiene. Por mejor decir, la persona deja de sostener el personaje. Así pues, este espectáculo surge de una pregunta. ¿Qué ocurre entre María Belén y Belén Maya? Y no es una pregunta retórica. Por eso, Habitaciones no podía ser un espectáculo grandilocuente, ni esconder su pregunta en bailes flamencos al uso, tras los cuales, con un poco de voluntad, vislumbrarla. No. Habitaciones busca furiosamente respuestas. Y lo hace sin miedo a contaminarse, sin otros límites que los que marca la propia pregunta. Por eso, Belén baila (cómo olvidar la lengua materna), pero también respira, confiesa, se desnuda y nos desnuda, habla (literalmente), provoca, se ríe de su sombra y vuelve a bailar.
Habitaciones es un espectáculo desobediente que se sitúa en la encrucijada de varios lenguajes (danza, teatro, flamenco, performance, audiovisual, instalación sonora…), guiado por la pregunta que se enuncia y articulado en torno a las habitaciones como figura central del presente.