Del 22 al 27 de Noviembre de 2005 (De Martes a Jueves a las 21 h , Viernes y Sábado a las 20 h y a las 22.30 h y el Domingo a las 20 h), en el Teatro del Mercado de Zaragoza se ofrecerá la obra ‘Hasta que la muerte nos separe’ escrita por Olga Besolí y dirigida por Juan Manuel Guijarro Ruiz, a cargo de RARS Produccions. La obra, de una duración aproximada de 60 minutos, cuenta la historia de Juan y Marta, un matrimonio joven como cualquier otro, con un buen nivel adquisitivo, y aparentemente feliz, sólo de cara al exterior, porque en la intimidad de su casa todo cambia.
Ubicada en el interior del hogar, muestra el transcurso de dos días en la vida de la pareja, llenos de altibajos, con constantes peleas intercaladas con momentos de reconciliación, gritos y arrepentimientos. Son los dos últimos días de la vida de Marta, una de las muchas víctimas de la violencia de género.
“Hasta que la muerte nos separe”, aborda el tema de los malos tratos desde una perspectiva realista, cruda y sin ambages, mostrando el dolor y la incomprensión que sufren estas mujeres. El trabajo actoral encarando un proceso de caracterización realmente denso, intenso y repleto de matices constituye el fundamento principal de la puesta en escena de la obra que se presenta ante el espectador sin tapujo alguno.
Dividida en dos actos que reflejan claramente el maltrato psicológico y físico, “Hasta que la muerte nos separe” complementa su puesta en escena con diapositivas en forma de documental de casos reales publicados en la prensa nacional. En este montaje han participado un grupo de especialistas cuyos trabajos se traducen en: diseño de escenografía, vestuario, maquillaje, fotografía, imagen y sonido, música, pintura, etc…
También han colaborado en la estructura de la historia psicólogos especializados en violencia de género y algunas mujeres víctimas de agresiones, abusos y vejaciones. Todo para conformar una totalidad visual y auditiva que tiene por objetivo provocar y mantener la atención de un espectador ideal según los códigos de nuestra contemporaneidad y no dejarlo indiferente delante de una problemática tan importante como ésta.
