La voz de la venganza
Prolongados aplausos. Profundos. Sentidos. En pocas ocasiones el público responde de esa manera, con esa hondura y ese calor en sus manos. Así lo hizo tras la finalización de ‘Hécuba’. Puesto en pie, rendido y entregado a la evidencia. Sólo el teatro puede conmover de esa manera, a condición de que se sepa cómo manejar los hilos capaces de llenar de vida, de autenticidad y de verdad, lo que en verdad no es más que un espacio vacío. En esta ocasión, José Carlos Plaza, el maestro de ceremonias, maneja esos hilos con auténtica maestría. Responsable de la escenografía y la puesta en escena, parece como si hubiese abierto el tarro de las esencias para cubrir de intensidad y tenebrismo su propuesta escénica.
Dispone de unos mimbres de enorme calidad: el hermoso texto de Eurípides, que Juan Mayorga trae a nuestros días con envidiable exquisitez, y un solvente elenco en el que prima el bien hacer y el talento interpretativo.
La puesta en escena, sobria y de gran complejidad (en exceso barroca en algún momento) juega con la amplitud del escenario, amplitud multiplicada por una iluminación en claroscuro que borra los límites del espacio y lo proyecta sobre las ruinas humeantes de la destruida Troya que nos sugiere la escenografía. Iluminación, escenografía y espacio sonoro crean un ambiente denso, elegíaco, casi épico, que arropa la dignidad trágica de Hécuba, la reina troyana ahora convertida en esclava de los griegos, elevando y engrandeciendo la dimensión de su venganza.
El texto de Eurípides sólo puede funcionar, si el crescendo de infortunios que golpea a la protagonista se nos mete en la boca como si fuera arena de la playa donde las troyanas esperan ser llevadas a Grecia por sus amos victoriosos. El destino trágico de Hécuba se materializa ante nosotros y nos llena la boca, y nos salpica los ojos. Enorme Concha Velasco, colmada de energía, fuerza y carácter, haciendo resonar la voz vengadora de Hécuba. Soberbia la serenidad y el arrojo que María Isasi imprime a su Políxena. Notables Juan Gea, Juan Pedro Carrión o Pilar Bayona.
‘Hécuba’ es un grito de venganza, pero es, sobre todo, el grito de las mujeres condenadas por la guerra a perder a sus hijos, a sus maridos, a sus padres, un grito que desde hace veinticinco siglos, aún resuena en nuestras conciencias y en nuestros corazones.
Joaquín Melguizo
Publicado en Heraldo de Aragón 29 de septiembre de 2013
Obra: HÉCUBA
Autor: Eurípides.
Versión: Juan Mayorga.
Produce: Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida/Pentación Espectáculos.
Intérpretes: Concha Velasco, Juan Pedro Carrión, Juan Gea, Pilar Bayona, María Isasi, Alberto Iglesias, Luis Rallo, Alberto Berzal, Denise Perdikidis, Marta de la Aldea y Zaira Montes.
Iluminación: Toño Camacho.
Espacio sonoro: Mariano Díaz.
Vestuario: Pedro Moreno.
Escenografía y dirección: José Carlos Plaza.
Teatro Principal de Zaragoza
27 de septiembre de 2013
