‘Heisenberg’, una obra de Simon Stephens que explora la condición humana desde lo inesperado
Ramón Agirre y Naiara Arnedo dan vida a los personajes de la nueva obra de Tanttaka, que se estrena en el Arriaga de Bilbao
La obra de teatro ‘Heisenberg’, escrita por el dramaturgo británico Simon Stephens, llega a los escenarios bajo la dirección de Fernando Bernués, de la mano de la compañía guipuzcoana Tanttaka. Con un enfoque minimalista y un fuerte contenido emocional, cuenta con las interpretaciones de Ramón Agirre y Naiara Arnedo, a través de los que se explora las complejidades de las relaciones humanas desde lo impredecible y lo cómico. La pieza se estrena en euskera en el Teatro Arriaga de Bilbao el 3 de diciembre.
La trama arranca con un encuentro inesperado en la estación de tren Saint Pancras de Londres. Georgie Burns, una mujer de 42 años, confunde a Alex Priest, un hombre de 75 años, con su padre fallecido y, en un impulso, le besa en la nuca. Este singular comienzo lleva a ambos personajes a embarcarse en un viaje emocional que les cambiará para siempre. El autor utiliza el principio de incertidumbre formulado por el físico Werner Heisenberg como base para desarrollar una relación entre dos personajes aparentemente opuestos.
El director Fernando Bernués ha optado por resaltar la esencia de la obra, que no es otra que la exploración de las emociones humanas, con una escenografía sobria, dejando que el peso recaiga sobre los diálogos y las actuaciones. “El autor nos propone trabajar en un espacio casi desnudo, evitando una aproximación realista y utilizando solo los elementos escenográficos indispensables. Esto nos permite centrarnos en la intensidad de las escenas y en los momentos clave de la relación de los personajes”, explica el director.
‘Heisenberg’ no es solo una comedia romántica; es un retrato honesto y a veces dolorosamente divertido de las conexiones humanas. Según Bernués, “la obra nos sumerge en la sorprendente relación entre dos personajes casi antagónicos. La mujer es cambiante, apasionada y divertida, mientras que el hombre, mayor y metódico, parece haber perdido las esperanzas en el futuro”. Esta interacción entre dos personalidades tan distintas crea una dinámica fascinante que, según el director, “puede convertirse en una comedia romántica sorprendente y poco ortodoxa”.