Críticas de espectáculos

Historias de familia/ Un Mundo Teatro (Chile)

Pesadilla social
Obra: Historias de familia
Autora: Biljana Srbljanovic
Intérpretes: Daniel Alcaino, Heidrun Breier, Daniel Muñoz, Paula Zúñiga
Escenografía: Maya Mora
Iluminación: Luis Reinoso
Música: Luis Castro
Dirección: Guillermo Calderón
Producción: Un Mundo Teatro (Chile)
Le Colisée – Biarritz- 18-10-02 Festival Théâtre Iberique et Latino americaine
Una familia serbia tipo, en un ambiente crispado por los tiempos de guerra se convierte en la metáfora más atroz y violenta de la locura colectiva vivida en aquellas tierras. Las relaciones de poder dentro de la familia, la ruptura de toda normalidad, jerarquía, reflexión que no se exprese con la rotundidad del porque sí, o porque soy tu padre, o tu marido. Una crispación que se va transformando en una actitud general ante los otros, los que no son de tu raza, religión o tribu, que puede ser también por el simple hecho de género o de edad. Una demoledora disección de los comportamientos más abyectos de la patología social que influye en los comportamientos individuales para colocarse ante el ahogo del totalitarismo, de la violencia como única forma de expresión.
Tratada formalmente con un aire de juego, todavía es más pernicioso el mensaje que se destila de esta propuesta en donde lo físico toma gran preponderancia y en donde los matices se encargan simplemente de mostrar graduaciones de la capacidad del ser humano para crear situaciones de terror, de horror, de sadismo y de masoquismo. Unas interrelaciones de sumisión y de traslado de las frustraciones propias a los más débiles, que en este texto de una joven autora serbia que lo escribió en un Belgrado en estado de guerra se convierte en un puñetazo en el estómago de los buenos pequeños burgueses que encuentran en esta obra un espejo amplificador del dolor humano, de la pesadilla infantil de estos niños que juegan a maltratarse con toda la naturalidad, porque eso es lo que viven, ven y reciben de sus padres. Una obra tan dura como interesante por su capacidad de provocar el vértigo de la verdad ocultada.
Carlos GIL

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