Histrion Teatro estrena ‘Arizona’ de Juan Carlos Rubio en Castellón
Los días 27 y 28 de noviembre Histrión Teatro estrena ‘Arizona’ escrita y dirigida por Juan Carlos Rubio. El estreno de ‘Arizona’, Premio Lope de Vega de Teatro 2013, tendrá lugar en el marco de la XXI Mostra de Teatre RECLAM de Castellón.
Dentro de la programación del Festival RECLAM de Castellón Histrión Teatro estrena el 27 de noviembre, con una función más el día 28, Arizona, una tragedia musical americana del dramaturgo Juan Carlos Rubio, encargado también de su dirección. El texto versa sobre las fronteras, la migración, la estupidez humana y los límites de su manipulación, además de ser un tragicómico retrato del alma de dos seres humanos perdidos en el desierto de la vida.
Gema Matarranz y David Garcia Intriago encarnan a Margaret y George, los protagonistas de este montaje, una pareja pertenecientes al controvertido movimiento minute men que aglutina gente con ideas antiinmigrante, nativista y fascista. En resumidas cuentas paramilitares obsesionados por cazar inmigrantes a lo largo de las fronteras. Esta es la primera vez que el autor trabaja con Histrión y reconoce sentirse encantado de poder hacerlo, «nos conocíamos de hace tiempo y la admiración es mutua. Me gusta el trabajo que realiza Histrión y la trayectoria que lleva «.
En los últimos años Arizona ha sido escenificada en varias ocasiones; uno de las montajes más recientes lo dirigió Nacho García contando con un elenco totalmente mexicano pero en coproducción con el Centro Dramático Nacional, de hecho, la propuesta se escenificó en la Sala Princesa del Teatro María Guerrero en junio de 2013. Mutis Producciones también llevó a escena esta obra en 2008 dirigida por el propio Rubio.
En la parte estética de la puesta en escena el autor ha querido ser fiel a si mismo y mantiene el mismo planteamiento que con Mustis; sobre el escenario veremos a sus dos intérpretes en medio del desierto pendientes de preservar su espacio sin «ocupas» acompañados por la inmensidad del desierto y del sofocante calor.
Tratándose de una tragicomedia musical, esta visión dulcificada de los musicales americanos soporta la historia en un inicio, donde todo parece ser positivo y estar en su sitio, pero poco a poco según va avanzando la historia esta visión se resquebraja y sale a relucir todo.
Rubio escribió esta obra tras leer en 2005 una noticia en el periódico acerca de unas patrullas armadas de ciudadanos norteamericanos que vigilaban la frontera con México para reflexionar sobre sus vecinos del sur, o dicho de una forma más clara, para impedir por la fuerza el paso al norte. En aquel entonces España era la novena potencia mundial y, al igual que Estados Unidos, soportaba una constante invasión de extranjeros, por el estrecho de Gibraltar y constantes naufragios de pateras como punta de lanza.
Ocho años después España está sumida en una profunda crisis económica que no solo ha detenido en parte esa entrada, sino que ha provocado que sean muchos españoles los que ahora invaden otros países en busca de una vida mejor, curiosa paradoja. Y la demostración de que la vida no es más que un círculo, que vuelta a vuelta, te lleva arriba o abajo, dependiendo de factores que nadie puede controlar. O al menos no los ciudadanos de a pie sin secretas cuentas en Suiza.
En palabras de Rubio «lo que está al alcance de nuestra conciencia es comprender que las fronteras no son más que unos diques de contención artificiales creados para vergüenza de los seres humanos. Este es un problema mundial y quien no lo vea está ciego. ¿De qué nos protegemos? ¿Qué tierras son nuestras y cuáles no? ¿Quien decidió eso y en qué momento? ¿Gracias a qué guerra y a cuántas muertes?» concluyendo que el dinero y el poder son los verdaderos colores de las banderas y el motor de los nacionalismos mal entendidos.
El autor reflexiona a viva voz deseando que algún día todas estas historias de vecinos vigilando a otros vecinos no sean más que un lejano y cruel recuerdo de tiempos en los que el hombre pensaba que para reflexionar no había nada más adecuado que tener una pistola en la mano. «Fronteras malditas, aquí y allá, malditas, en cada rincón del planeta, malditas, invisibles o sólidas, malditas, diques de contención de gentes que huyen desesperadamente, malditas, espejo de nuestra vergüenza, malditas… Pero Arizona no está tan lejos. Arizona está aquí, en Ceuta, en Melilla, en cada una de nuestras ciudades, en cada muro que se levanta para impedir que un ser humano acceda a una vida mejor» aclara Rubio