Aclárate la voz

Hola

Ejem, ejem… coff,coff … En los más de 20 años de profesión que llevo recorridos en el campo de la voz me he visto muchas veces haciendo gárgaras literal y metafóricamente hablando para aclarar informaciones, conocimientos, experiencias, sensaciones , teorías y diferentes técnicas vocales y corporales, audioperceptivas, psicocorporales, psicocorporovocales, psico-fisicoaudiomotorovocales…_ -(Uuuuuufffffffff!!! Qué mareo!!!)  He vivido bastantes momentos de confusión en torno a la voz, al matrimonio de la voz y la palabra, al acto vocal (¡qué erótico, eh!!!), la voz cantada, la voz hablada, la voz y las emociones, la voz en la sociedad….. En ocasiones me he encontrado con un mar de «verdades» proyectadas desde los púlpitos de la autoridad única y autoproclamada (según lo escribo veo la imagen y me entran ganas de salir corriendo despavorido) y, os lo aseguro, ha sido difícil construir la propia visión a partir de las propias certezas.

Muchas veces, ha sido como una digestión pesada por la densidad en la información difundida. No me voy a olvidar del uso superficial y generalizado de nombres y conceptos relativos a la voz que genera más confusión que otra cosa solamente por el hecho de la inexactitud de su aplicación para describir algo que no se puede palpar y que al estar desconectados de las raíces de su origen pierden toda significación real. A ver!, no es que tenga nada en contra del estado de confusión. No es mi antagonista. Y es más, la confusión puede suponer un momento de búsqueda y una ocasión de avance. Pero muchas veces las personas no investigamos y nos limitamos, simplemente a repetir como loros lo primero que escuchamos perpetuando las inexactitudes en el puesto de las realidades lo que nos lleva incluso a contrariar nuestras propias percepciones y a alejarnos de nuestra realidad más inmediata. (Mal negocio, así anda el personal !!!!!!!!! …o andamos) Además, mira, que me apetece escribir para ser oído, cosa que he hecho en otras ocasiones, en otros contextos y por otras razones y que debo decir, ha sido bastante aliviador.

Estoy tratando de explicaros el por qué de esta columna y de su título. «Aclárate la voz» quiero que sea un espacio de reflexión en voz alta; un lugar donde contar historias de voz, y la historia de la voz humana; un lugar para la cultura vocal, algo que por otro lado, me parece que escasea bastante por estos lares si vamos más allá de los círculos artísticos y así y todo, no sé, no sé, tampoco pondría la mano en el fuego porque a veces la voz en escena brilla, ¡sí, es cierto!, pero por la ausencia de respeto y de cuidado hacia ella. Bien, pero sobre todo esto ya habrá tiempo de hablar más adelante. De momento, ahí va esta cita como aperitivo «Se ha dicho que la preocupación por los problemas de la voz es un indicador fiable de la cultura y la salud de un pueblo» (François Le Huche-André Allali)». Ya me contareis.

Postdata. Prometo intentar no realizar un discurso técnico. Me contentaría si algo de lo que vaya escribiendo y compartiendo con vosotr@s hace que llevéis vuestra mirada hacia vuestra propia voz y la de los otros. No me quiero olvidar de agradecer a Carlos Gil que haya aceptado mi propuesta de colaborar con esta columna en Artezblai. Sobre todo porque nunca ha leído nada mío. ¿Será un valiente o un suicida? De todas formas, gracias.


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