Alicante a Escena. Tocó el turno a La Traca Teatre, quienes participaban en el festival por sexta vez, en sus ya ocho años de ininterrumpida trayectoria teatral. Cuatro excéntricos personajes, absurdos y reales a la vez, coinciden forzosamente en un tanatorio tras el reciente estallido de la huelga general.
Ramón Ramírez y Amparo Ribetes (bien interpretados por Arturo Collados -quién provocó las más sonoras carcajadas de la noche- y por Nuria García), tristes por las respectivas muertes de sus familiares, se conocen y descubren entre ellos un nuevo sentido existencial. La paradoja de la vida está siempre presente en la estructura y en la temática de esta pieza, reforzada y apoyada en el refranero popular.
Ambos autores critican con fina ironía y sentido del humor el comportamiento humano y la manera despersonalizada que muchas veces todos tenemos de ver la vida y de comportarnos con los demás y con nosotros mismos, teniendo en cuenta que a todos nos espera un mismo fin. Quienes acudimos al Principal pudimos descubrir un texto nuevo y contemporáneo, más cómico que trágico y crítico, que contiene elementos y recursos dramatúrgicos de diferentes géneros teatrales. Una original y acertada manera textual de combinar el teatro dentro del teatro.
La dirección de escena se ajusta a la lógica disposición de unos personajes en un espacio y un tiempo concretos y así se alcanza una correcta presentación escénica. Pero con tiempo y con ganas, este texto nos permite ir mucho más allá. Habría que intentar mejorar a nivel actoral aspectos de la expresión oral como dicción y proyección vocal, aunque el sistema de trabajo se sitúe dentro del teatro amateur.
La cuidada y discreta iluminación de Visisonor y una original escenografía, bien coordinadas entre sí, potenciaban la correcta puesta en escena general. El público, numeroso, disfrutó.Cabe destacar la apuesta que La Traca Teatre realiza estos últimos años por los autores contemporáneos españoles y ahora con los jóvenes y nuevos autores alicantinos, Ernesto Martín y Nacho Ortuño.
