… in progress
Este domingo 3 de Julio hemos empezado el Festival Internacional Mito y Teatro de Pantheatre en el Chateau de Malérargues – Roy Hart Centre (Sur de Francia).
Profesionales nacionales, de Inglaterra, Brasil, Italia, Israel, EEUU, Australia, Argentina y España estaremos aquí hasta el 13 de Julio, investigando en este bosque encantado donde, allá por los años 70, Roy Hart, el gurú de las voces rotas, congregó a centenares de artistas, poco antes de su accidentada muerte, para investigar los límites de la voz, el cuerpo y los sueños de los intérpretes, en comunidad.
Este sitio mola todo. La primera vez que vine fue en el 2006, justo antes de hacer el montaje de fin de carrera de la RESAD y me quede fascinada con la historia, la pedagogía brillante de sus maestros y los espíritus del lugar. Esta es la quinta vez que vengo, a diferencia de que en esta ocasión, como saben, presentaré mi espectáculo teatral (LACURA) en un marco de «work in progress».
Llegamos el pasado martes 28 después de 6 horas en coche desde Madrid a Barcelona y 5 horas y media en bus hasta Nimes. Desde entonces mi día a día ha sido ensayar, cantar, repasar textos, eliminar escenas, adaptar videos al espacio, frustrarme, improvisar, rascarme las picadas de mosquito y trabajar duro, mano a mano con Enrique Pardo, director del Festival y asesor escénico de mi obra, y con Marta Belmonte, que esta vez está haciendo las «funciones del pulpo», es decir, lo mismo te hace las luces, que te proyecta los videos, confecciona el vestuario o registra las notas de dirección. Es lo que tiene el campo, te adaptas o pereces.
Reconozco que nada más llegar le hice un pase completo de la obra al director, «un esbozo» para ser exactos, en un espacio que resultó ser demasiado amplio para este espectáculo y lo que empezó siendo un ensayo que prometía función terminó siendo el intento de terminar el pase de una vez por todas porque aquello era infumable. En otras palabras, una mierda vamos.
¿Saben? Creo que esa sensación es imprescindible dentro de cualquier proceso de creación. Es curioso pero así suele ser. No sé ni siquiera muy bien por qué, pero a veces cuando uno encuentra una joya y trata de pulirla, justo antes de que aparezca la forma buscada, la propia joya se torna absurda y desaparece por completo su valor. Me recuerda al amanecer, minutos antes de que salga el sol la noche se torna lo más oscura.
Con esto no quiero decir que haya amanecido ya en mi espectáculo, no, aún ando atenta y a tientas. Pero a lo largo de esta semana trabajando con Enrique, en su manera de guiarme por las escenas y personajes, he podido desvelar una vez más mis «manierismos», tendencias y puntos débiles, hemos apuntado el trabajo hacia la magia y hemos invocado esa energía sublime que puede uno conseguir si trabaja duro y constante.
A día de hoy hay muchas cosas que funcionan en la obra, que prometen, pero siendo honesta, mi sensación interna es como vestir un traje dos tallas mayor, así me queda aún mi propio espectáculo. Esa es la montaña a escalar, la trampa del horóscopo del Cerdo en el calendario chino: «sabes hacer muchas cosas, y hacerlas bien, sin embargo te confías y relajas, por eso cuando viene la ola estás casi dormida.»
Me gusta lo que he escrito, me gusta la gente que me acompaña, me gusta sudar y hablar abiertamente de mi regla, mis ancestros y heridas psicológicas. Creo en LACURA, y de momento, me entreno a frenar los caballos del sueño y la expectativa para concentrarme sin dispersión en este hijo mío, no vaya a ser que se me escurra como loco de las manos.
¡El viernes lo presentaremos!
…ya les contaré.