Sud Aca Opina

Insensibilidad digital

Ayer, el chat de apoderados del curso de mi hijo de 12 años, de pronto se revolucionó con el tono de mensajes recibidos. Una de sus compañeras había intentado suicidarse subiendo a un techo del colegio, para arrojarse al vacío.
Muchos mensajes de empatía, otras tantas preguntas, más de alguna sugerencia estúpida y de pronto, en uno de los mensajes alguien preguntaba por una tarea a entregar al día siguiente, con lo que la conversación digital cambió bruscamente de foco y se centró en si eran los ejercicios de la página 57 o de la página 58, olvidando por completo a la adolescente con voluntad suicida.
¿Como puede ser más importante el identificar figuras geométricas con sus características y nombres, que el darse cuenta a tiempo de las señales de una depresión extrema capaz de llevar a una adolescente a tomar la decisión de terminar con su vida?
Todos hemos escuchado eso de que la muerte es parte de la vida. Es y ha sido siempre así, pero ¿cuándo empezó a ser más importante un triángulo rectángulo que la vida de una niñita con tanto por descubrir?
La hiper conexión contemporánea no nos permite conectarnos con nuestros propios sentimientos y mucho menos con los sentimientos del otro.
La empatía, esa participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otro ser humano, ha pasado a ser una definición de diccionario carente de seguidores y muy lejos de la ansiada meta de muchos influencers de convertirse en trending topic.
La tecnologización de las relaciones humanas en vez de acercarnos los unos a los otros, como debería ser, nos está alejando, no solo de nuestros semejantes, sino de nosotros mismos al poder crearnos un avatar y vivir en el mundo digital a través de él.
Las películas futuristas de realidades indeseadas, como suele suceder con los argumentos de ciencia ficción, se nos están haciendo vivencias indesmentibles.
Desde mi ignorancia, creo que sólo existe un suicida; el que lo logra, porque aquellos que no logran su cometido terminando con su vida, lo que realmente están haciendo, es gritar desesperadamente pidiendo contención emocional.
Una pantalla con alta definición y un teclado, por más ergonómico que esté sea, jamás podrán reemplazar la calidez reparadora de un abrazo.
Sin renegar de los provechosos avances que se han logrado en materia tecnológica, de vez en cuando deberíamos dejar de mirar pantallas para volver a mirarnos a los ojos, para re encontrar esa empatía perdida, la que, de seguro, algún día nosotros mismos o alguno de nuestros seres queridos, necesitará para salir de una situación compleja.
Suelo ayudarle a mi hijo con sus tareas. No se las hago, le ayudo. Durante media hora le conversé sobre el significado de la palabra empatía y su importancia extrema como para vivir una vida plena, y en menos de 2 minutos le enseñé como identificar todos los tipos de triángulo, incluyendo el rectángulo y alcanzamos a ojear algunos objetos geométricos tridimensionales.
Más importante que poder sumar números, es saber multiplicar afectos.


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