Jaime Chávarri ha dejado por ahora los rodajes cinematográficos para dirigir a Cayetana Guillén y Santiago Ramos en la obra teatral ‘La prueba’, de David Auburn, un texto que ha recibido el premio Tony y el Pulitzer 2000 y que se estrenará en el madrileño teatro Marquina el próximo miércoles de la mano de sus productores, Alejandro Colubi y Pedro Larrañaga. ‘La prueba’ es, a juicio de Chávarri, «una obra muy americana, en el sentido más freudiano, con corrientes chejovianas a las que acompaña el humor áspero de Pinter». El director calificó hoy el montaje de «difícil y apasionante» y el texto de «muy vivo y con unarapidez fantastica». Asimismo, señaló que lo que ha buscado es establecer «un diálogo muy cotidiano».
Jaime Chávarri, que recordó que ésta es una de las obras teatrales de mayor éxito en Nueva York y que el estreno en España lo será también en Europa, elogió las posibilidades que ofrece el texto de mantener en vilo al espectador, un aspecto que consideró esencial cuando se hace teatro contemporáneo.
Tensión y suspense son las dos características principales de ‘La prueba’, una obra que roza el tema de la inteligencia emocional, de la confianza traicionada y que, a través del calor y de la emoción, ofrece una visión dura pero muy reconocible de las relaciones familiares, explicó el director.
Para Cayetana Guillén, que no tenía en mente hacer teatro ahora por estar muy centrada en su propia productora, ésta fue una oportunidad y un personaje (el de Catherine) que no quiso dejar pasar. Un único decorado y un texto que no proporciona apoyos ni pistas a los actores han convertido la obra en un montaje «muy difícil», explicó.
La actriz insistió en que se trata de un trabajo de texto «muy preciso» que los actores deben seguir muy de cerca de principio a fin. Asimismo dijo haber aceptado el proyecto a condición de que Chávarri se hiciera cargo de la dirección porque le encanta su manera de montar la función «como un story board y luego profundizar fotograma a fotograma».
Cayetana Guillén confesó que ninguno de los actores ha asistido a la representación neoyorquina con el fin de poder indagar en un camino propio. Pero que quienes la han visto aseguran que, curiosamente, han elegido una forma de representación muy parecida.
Santiago Ramos, por su parte, explicó las características de su personaje (Robert, el padre de Catherine), un hombre obsesionado con la educación de sus hijas al que se le va la cabeza. «Para mí ha sido un trabajo muy difícil porque estoy acostumbrado a hacer mucha farsa y éste es un papel dramático», dijo.
Acompañan a Guillén y Ramos la actriz Chusa Barbero (Claire) y el joven actor Miguel Hermoso (Hal). Chávarri confesó sentirse muy a gusto por poder trabajar en este montaje con generaciones tan diferentes de actores y señaló que, en estos momentos más que nunca, existe una excelente cantera de jóvenes promesas.
