Jesús Campos García asegura que ‘Siglo XX…que estás en los cielos’ es un plagio
El autor y director teatral Jesús Campos quiere hacer pública una carta abierta que reproducimos íntegra, dirigida a Alicia Moreno, Mario Gas, Ángel Facio, David Desola y Blanca Portillo, a propósito del estreno en el Teatro Español de ‘Siglo XX…que estás en los cielos”, que presenta una serie de similitudes con su obra ‘A ciegas’, presentada en el Festival de Otoño de Madrid en 1997. NADA QUE VER
Carta abierta a Alicia Moreno, Mario Gas, Ángel Facio, Blanca Portillo y David Desola, a propósito del estreno de “Siglo XX… que estás en los cielos” en el Teatro Español
Jesús Campos*
Es lo que tienen los plagios: que por más que hagan lo mismo, visto el original y la copia, la verdad es que no tienen nada que ver. Pero, ¿qué sucede con quien no conoce el original? Ahí está el fraude. El plagio impide que el espectador viva como algo nuevo la experiencia de la obra original. Es lo que ocurre con el espectáculo “Siglo XX… que estás en los cielos”, que, con texto de David Desola y dirección de Blanca Portillo, ha producido el Teatro Español de Madrid. Dicho espectáculo se presenta con un dispositivo escénico muy similar al de mi obra “A ciegas” (Museo del Ferrocarril, Festival de Otoño 1997), según ha señalado reiteradamente la crítica especializada (El Mundo, La Razón, El País), destruyendo así lo que de sorprendente pudiera tener mi propuesta –si es que volviera a ponerla en escena, como es mi propósito- para los espectadores que hayan conocido primero la copia.
Dejo para otra ocasión el análisis de las coincidencias del texto (la guerra, Dios, el retorno cíclico, el tránsito hacia la luz, el parto en el agua, etc.); como las de la puesta en escena (olores, viento, bombardeos, músicas celestiales, y lo que es más determinante: la oscuridad), para centrarme en los antecedentes, a fin de que nadie pueda alegar ignorancia. No sé si David Desola conocía “A ciegas”. Refiriéndose a su anterior espectáculo, el autor declaró que “Con ‘Almacenados’, la crítica dijo que bebía de ‘Esperando a Godot”, obra que, según él, no había leído (Diario de Burgos, 23-IV-2006); así que con mayor motivo, bien pudo no conocer la mía.
Ahora bien, Blanca Portillo sí que la conocía, ya que le pasé el texto para que lo interpretara, y aunque no pudo hacerlo, sí recuerdo sus comentarios, pues le extrañó mucho que no se viera a los actores. El montaje no lo conoció; de haber estado allí, no hubiera hecho así ciertas cosas; es más, estoy seguro de que, si hubiera estado allí, no lo hubiera hecho.
Ángel Facio, asesor literario del Teatro Español, sí asistió a su representación en el Museo del Ferrocarril, y hasta la elogió (quien conozca a Ángel Facio sabe que eso es algo insólito, imposible de olvidar). Pues bien, cuando le llamé tras presenciar “Siglo XX…”, su comentario fue: “yo ya veía que era como lo tuyo; ahora, tampoco iba a irte con el cuento”. Curioso, cuanto menos, el sentido ético de nuestros empleados públicos.
Mario Gas, jefe de compras del Español, conocía igualmente el texto, o al menos debería haberlo conocido, pues hace dos años se lo propuse para que lo programara en un segundo espacio que decía querer abrir. Si, llegado el momento, ha preferido programar la copia; él sabrá por qué, aunque no estaría de más que lo explicara.
Alicia Moreno, Concejala de las Artes, es de suponer que también lo conocía, pues, a la sazón, ella dirigía el Festival de Otoño cuando se estrenó; y aunque no tuvo tiempo para verla en los casi tres meses que estuvo en cartel, sí debió enterarse por el dossier de prensa de que la obra se representaba en total oscuridad, pues se comentó mucho, y además venía en titulares.
Mucho saber para tan poca consideración, pues a día de hoy, nadie dio la más mínima explicación, no digo ya disculpa, cuando es palmario que se ha cometido un atropello. Yo puedo aceptar que David Desola no conociera mi obra. O que Blanca Portillo la hubiera olvidado, creyendo así que lo que hacía era invención suya. Cuesta creerlo, pero pudiera ser. Ahora bien, lo que no es de recibo es que Ángel Facio, Mario Gas y Alicia Moreno, conocedores de las “coincidencias”, hayan promovido este estreno. Aunque el daño hubiese sido el mismo, habrían salvado la cara con una mínima referencia en el programa de mano. ¿Pero para qué tomarse la molestia? Actúan con la prepotencia a la que nos tiene acostumbrados el Ayuntamiento de Madrid, que abre túneles, tala árboles y coloca parquímetros en los descampados sin importarle nada ni nadie.
Cuesta entender este despropósito, aunque tal vez la explicación haya que buscarla en otro lado. El año pasado, en el número 24 de la revista “Las Puertas del Drama”, le planteaba una serie de cuestiones a la Concejala de las Artes, entre las cuales mostraba mi disconformidad con la política de escaparatismo cultural emprendida por el Teatro Español, al tiempo que lamentaba la baja presencia de autores españoles en su programación. Pues bien, contestando a una pregunta que yo jamás formulé así (qué incordio, el subconsciente), Alicia Moreno escribía en la citada revista: “¿Odia Mario Gas a los autores españoles? Creo que el sólo enunciado de la pregunta ofende. Prefiero que conteste contundentemente el propio Mario Gas”. No lo hizo, por más que pusimos la revista a su disposición, y siempre me quedó la duda de si las palabras de la Concejala eran un anuncio, una advertencia o una amenaza. Visto lo visto, más que contundente, yo diría que su respuesta ha sido una bajeza.
*Jesús Campos García es autor y director teatral