El Chivato

Joaquín Sabina canta en tierras zapatistas

En los Altos de Chiapas, Joaquín Sabina desafió al frío y llenó el sábado el Teatro Hermanos Domínguez, donde interpretó el tema ‘Como un dolor de muelas’, cuya autoría comparte con el carismático y enigmático subcomandante Marcos, líder de la guerrilla zapatista. En una noche fría, Sabina subió al escenario de San Cristóbal de las Casas, donde el 1 de enero de 1994 Marcos saltó a la fama mundial, por lo que el cantautor dijo: «este concierto es especial, me pone los vellos de punta».
Entre aplausos, el autor cantó dos horas y cerró su gira por tierras del sureño estado mexicano de Chiapas (también cantó en Tapachula y Tuxtla Gutiérrez), y dejó flotando en el aire la posibilidad de una entrevista con Marcos o una visita a alguna comunidad indígena zapatista.
Unas 1.000 personas desafiaron el frío de Los Altos, que está a 2.250 metros sobre el nivel del mar, y Sabina, de buen humor, les dijo: «Nos habían dicho que San Cristóbal estaba lejos. San Cristóbal está donde tiene que estar (unos 800 kilómetros al sur de Ciudad de México), lo que está lejos es el D.F. ¡Carajo! San Cristóbal está cerca de la luna».
Entre el público estuvo el gobernador, Pablo Salazar, que recibió un abucheo por parte del público cuando los organizadores agradecieron sus gestiones para traer al cantante español. Esto se debe a que el precio de las entradas fue de entre 300 y 400 pesos (30 y 40 euros), muy alto para una zona sumamente pobre.
Al inicio de la octava canción, ‘Como un dolor de muelas’, Sabina explicó: «Me mandó unos versos un enmascarado que dice que todos nos llamamos como él, Narcos –en alusión a Marcos–, sobre todo Panchito». Se escuchó entonces un «no jodas», que pronunció Panchito Varona, músico y compositor que acompaña a Sabina.
El cantautor rockero siguió: «Varona ya es coleto –originario de San Cristóbal–, bueno, un poco coleto y un poco lacandón –selva poblada por indígenas– y continuó: «También los enmascarados hacen versos». Un grito surgió de entre el público: «¡Pero malos!».
Sabina no contestó y dijo: «Esta canción se la vamos a dedicar a los compas del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional)» y Varona comenzó a cantar «Como un dolor de muelas», Sabina le siguió para terminar el tema. El público coreó todas las canciones, entre ellas ‘Calle Melancolía’, ‘La Magdalena’, ‘Peor para el sol’, ‘Tan joven y tan viejo’, 24 en total.
A medio concierto hizo un paréntesis para decir que en México se da «la música popular más encarnada del mundo, en todos los lugares para ir a buscar la música popular tienen que ir universitarias con gafas a hacer excavaciones, aquí está viva, uno no puede salir a la calle sin tropezarse con Alfredo Jiménez», señaló Sabina sobre el compositor de muchas rancheras clásicas.
Haciendo gala de buen humor, para justificar una equivocación al pronunciar una palabra, el cantante dijo que lo habían invitado a tomar «comiteco», aguardiente regional y de allí que pronunció «chapas» en lugar de Chiapas.
«Yo sabía que Chiiiaapas se parecía a mi tierra en dos cosas: no sólo en el sur del norte sino en la hospitalidad y en la poesía; el caso es que aquí te abren las casas antes de conocerte y además te llevan mariachis, que es lo que más me gusta. Yo debía haber nacido con bigote para que la comadrona le dijera a mi madre ¡Señora, tiene usted un mariachi!», agregó.
Sabina afirmó que antes de llegar a Chiapas había leído al poeta Jaime Sabines y «ya sabía que aquí das una patada y salen poetas» y rubricó el concierto con un «Viva Chiapas».

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