Jordi Casanovas lleva a escena una historia de terror rural en ‘Allà lluny hi ha una caseta’
La obra estará en cartel en la Sala Becektt de Barcelona entre el 31 de octubre y el 24 de noviembre
La Sala Beckett de Barcelona estrena el 31 de octubre ‘Allà lluny hi ha una caseta‘, una producción de Jordi Casanovas y Temporada Alta que estará en cartel hasta el 24 de noviembre. En esta pieza, el dramaturgo Jordi Casanovas, galardonado con el Premi Nacional de Cultura en 2022, se sumerge en el género del terror para ofrecer una narrativa envolvente e inquietante, explorando el folklore, la superstición y los miedos profundamente arraigados en las comunidades rurales.
La obra presenta la historia de una joven embarazada que, deseando que su hijo nazca en la paz de la naturaleza, llega a una cabaña aislada en la montaña junto a dos parteras. Sin embargo, lo que parecía un retiro tranquilo en un entorno idílico se convierte en un escenario de misterio y peligro, en el que la línea entre realidad y superstición se desdibuja rápidamente. Las protagonistas, interpretadas por Cristina Arenas, Mercè Pons y Meritxell Yanes, confrontan los temores y leyendas del pasado, que resurgen en la forma de fuerzas sobrenaturales en el bosque, amenazando sus vidas y revelando secretos que creían olvidados.
Jordi Casanovas, conocido por su habilidad para abordar temas contemporáneos desde una perspectiva íntima, comparte en esta ocasión un proyecto personal con el que busca rescatar las narraciones tradicionales de su tierra. Casanovas confiesa haber sentido la necesidad de volver a la ficción, en contraste con sus recientes trabajos inspirados en hechos reales. La obra, que se convierte en el inicio de una trilogía de terror catalán, surge de su deseo de explorar las leyendas, mitos y cuentos que han marcado la identidad catalana y que, según él, “dibujan el cáracter de cada zona” y reflejan el sentir y la psique colectiva de sus habitantes.
Casanovas cuestiona la necesidad de contar historias inquietantes en épocas de incertidumbre, como si los miedos más básicos —el amor, la oscuridad, el nacimiento de una criatura o la pérdida de un ser querido— sirvieran como espejo para enfrentarnos a nuestras propias emociones. “Per què els contes infantils estan trufats de terror?” (¿Por qué los cuentos infantiles están llenos de terror?), se pregunta el autor, planteando una reflexión sobre la función que el miedo cumple en nuestra vida, cómo nos conecta con nuestros ancestros y moldea nuestra percepción de la realidad.
La escenografía de Paula Bosch evoca el entorno natural y al mismo tiempo misterioso de la montaña. La iluminación de Guillem Font y los efectos especiales de vestuario y utilería de estudios especializados complementan la atmósfera gótica y escalofriante de la obra. La música original, compuesta por Lluis Robirola, intensifica las escenas de tensión, haciendo que el público se sienta parte de este mundo inhóspito y ancestral.
‘Allà lluny hi ha una caseta’ es una invitación a reflexionar sobre los miedos y las tradiciones que nos definen, a través de una experiencia teatral que retoma elementos de lo cotidiano para transformarlos en fuentes de inquietud. Como señala Casanovas, la obra aspira a que el espectador “ho passeu molt bé tot passant-ho malament” (lo pase muy bien pasándolo mal).