‘El somriure al peu de l’escala’ de Henry Miller se presenta del 4 de abril al 5 de mayo en el Espai Lliure de Montjuïc. Ramon Simó dirige al payaso Jordi Martínez y su August en una simbiosis de circo y teatro que nos hará andar por la cuerda floja: no es fácil encontrar nuestro lugar en el mundo.
El universo del circo y del payaso vuelve a pisar el escenario del Teatre Lliure. Lo hace con ‘El somriure al peu de l’escala’, una narración de Henry Miller que nació como encargo para ilustrar una serie de dibujos de Fernand Léger en 1948.
Jordi Martínez encarna a Augusto, un payaso mundialmente reconocido que un día descubre que tiene un poder que va más allá de hacer reír al público. Se da cuenta por causalidad, cuando se queda en blanco a mitad de una actuación. Primero el público lo aplaude, pero después se harta y le despiden del circo. En este momento Augusto empieza una investigación para encontrarse a él mismo entre el hombre y el payaso.
Jordi Martínez afirma que «nunca había hecho un viaje tan bestia como este, en la investigación de la felicidad y lo imposible». Lo hace acompañado de Joan Arqué, Oriol Boixader, Tanja Haupt y Griselda Juncà. Ellos nos sirven la banda sonora original de Joan Alavedra, protagonizan números de clown, hacen acrobacia y acompañan el espectador en una historia con una gran fuerza poética que analiza el mundo del payaso y el dilema entre la ficción y la verdad.
Para Ramon Simó, director del montaje, el gran reto era hacer orgánica la relación entre teatro y circo, que los dos lenguajes dependieran entre ellos y no primara uno sobre el otro. «Me gusta trabajar con payasos porque son anárquicos, no aceptan el poder, son trabajadores… Y se divierten con sus propios errores. Si todos lo consiguiéramos, el mundo sería menos cruel».
