El 2 de agosto se estrena en el Teatro El Cubo de Buenos Aires ‘Noche de Reyes’, versión de Jorge Azurmendi que acerca la obra de Shakespeare a los legendarios films de la Metro de mediados del siglo pasado y con la referencia principal de ‘Cantando bajo la lluvia’.
La acción transcurre en el reino imaginario de Iliria. Sebastián (Felipe Colombo) y Viola (Florencia Otero) son dos hermanos de igual apariencia que tras un naufragio, se ven separados creyendo cada uno en la muerte del otro. Viola es salvada en un bote y Sebastián sobrevive al encontrarlo un barco del que era capitán Antonio. Los dos hermanos toman caminos diferentes y mientras Sebastián continua navegando junto a Antonio, Viola llega a Iliria, donde se hace pasar por un muchacho llamado Cesario. Allí entrará a servir al duque Orsino (Germán Tripel). Este está enamorado de la condesa, Olivia (Laura Azcurra) que se encuentra de luto por la muerte de su hermano. Ella lo rechaza una y otra vez hasta que él decide utilizar a Cesario como embajador de su amor, sin saber que éste se ha enamorado de él. Viola actuando como Cesario cumple la voluntad de su señor y visita a Olivia para mostrarle las intenciones del duque, pero finalmente la duquesa no quedará prendada de Orsino, sino por Viola.
La versión toma como punto de partida la obra de Shakespeare para generar un intertexto con los legendarios films musicales de la Metro de los años 50, tomando como referencia primera el inspirador film “Cantando bajo la lluvia”. Circula a lo largo de la puesta en escena la cita cinéfila y la intención de desocultar los mecanismos de producción que provocan la “ilusión de realidad”. La dialéctica entre cuadro y fuera de cuadro; escena y detrás de escena; actor y personaje; artificio e “ilusión de realidad” tiene lugar en un dialogo escénico en technicolor en el que se hibridan el texto clásico y el género musical así como las diferentes épocas que los atraviesan.
