El director de escena argentino Jorge Lavelli, responsable del montaje de ‘Babel 46’, de Xavier Montsalvatge, y ‘L’enfant et les sortilèges’, de Ravel, que el Teatro Real estrenará a partir del próximo 25 de marzo, señaló hoy en un encuentro con los medios de comunicación que el panorama teatral español tiene poca resonancia en el exterior, si bien matizó que no es porque las propuestas tengan poco interés sino porque no se comunican adecuadamente. Lavelli, que ha sido director fundador del Teatro Nacional de la Colline de París entre 1987 y 1996 y que trabaja habitualmente en el país galo, añadió que desde la capital francesa se tiene más interés por lo que sucede teatralmente en Inglaterra o Alemania que por lo que se hace en España o Italia.
El director argentino lleva por primera vez a escena una obra de Montsalvatge. Su principal interés, dijo, está en saber cómo va a contar una historia que en su opinión tiene un buen punto de partida dramático y que ha de ajustar a la arquitectura del teatro en que se representa, en esta ocasión, el coliseo madrileño.
Con ‘Babel 46’, una obra que recoge las inquietudes de un grupo de hombres y mujeres en un campo de refugiados a la espera de un salvoconducto que les permita encontrar su propia identidad, Jorge Lavelli ha realizado un «trabajo sobre lo real sin entrar en lo naturalista» y buscando «una trasposición poética de lo que bien podría ser un realismo mágico», explicó.
Lavelli ha utilizado los elementos «mínimos e indispensables» para poder situar al espectador en el tiempo en que tiene lugar la obra de Montsalvatge, la posguerra europea: restos de un puente, un coche, la presencia de cemento, un lugar artificialmente utilizado y que bien podría constituir los restos de lo que queda tras un bombardeo.
El director de escena argentino, que desden hace cinco años no venía a España para dirigir una obra de teatro (‘Eslavos’, para el Centro Dramático Nacional), resaltó su compromiso a lo largo de su carrera con los autores más jóvenes y manifestó haber tenido la suerte de montar numerosas obras por primera vez, como sucede ahora con ‘Babel 46’. En este sentido recordó la responsabilidad que tienen los directores de los teatros de incluir lo moderno dentro de sus programaciones.
Asimismo, respecto al teatro lírico señaló que el siglo XIX ha marcado su andadura excluyendo el aporte contemporáneo. Es consciente, sin embargo, de que en este tipo de teatro quizás existen otros riesgos y que mantener el repertorio les sostiene a muchos económicamente.
Lavelli elogió el perfil de los personajes que componen ‘Babel 46’ por su originalidad y que recogen el sentir de una época que se vivía en España con una «dura dictadura» pero que refleja también los años de la posguerra europea. En su opinión, todos estos personajes viven «un paréntesis» en sus vidas, constituyen «una comunidad que sueña y que se crea un pasado ilusionante por miedo o incertidumbre de lo que será el presente».
Por último, respecto a ‘L’enfant et les sotilèges’, de Ravel, el director argentino recordó que es una obra fantástica aunque muy complicada y difícil tanto musicalmente como por el gran número de personajes que requiere y que encarece mucho su producción. «Es una fantasía lírica que permite hablar de los miedos y las sensibilidades de la infancia, una obra un poco rara pero que a mí me encanta», concluyó.
